Los países de la UE se han comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050. La propuesta suena bien, pero ¿qué significa exactamente llegar a ser carbono neutro? Y al margen de los compromisos que contraigan los países, ¿qué significa la neutralidad de carbono y cómo se consigue?

En este artículo te contamos en qué consiste la neutralidad del carbono con todo detalle, de forma que puedas tomar cartas en el asunto por un mundo libre de los efectos nocivos de las emisiones de gases contaminantes.

¿QUÉ ES EL DIÓXIDO DE CARBONO?

El primer paso para entender la neutralidad de carbono es conocer el principal responsable de que alcanzar tal situación se haya convertido en una prioridad mundial: el dióxido de carbono o CO2. 

El dióxido de carbono es un gas presente en la atmósfera que nos rodea. Es incoloro e inodoro, pero sus efectos sobre la salud del planeta pueden resultar devastadores si se descontrola la proporción de su presencia en la atmósfera.

Las fuentes del dióxido de carbono son muy diversas. Desde la combustión de materiales fósiles, hasta la respiración de los animales que pueblan el planeta. 

De hecho, tal vez te sorprenda saber que las emisiones de CO2 de las granjas norteamericanas superaron a las emisiones de todos los coches juntos de este país. 

NEUTRALIDAD DE CARBONO: POSIBLES ESCENARIOS

Como en muchos otros ámbitos, en lo referido al control de los gases presentes en la atmósfera ha surgido una variada terminología que en ocasiones pueden resultar confusa para quienes no están familiarizados con la neutralidad de carbono.

Así pues, resulta importante diferenciar entre las siguientes situaciones:

  • Carbono neutro: significa alcanzar una situación en la que todas las emisiones de CO2 son compensadas con la retirada de una cantidad equivalente por los medios que sean. También se puede referir a esta situación como alcanzar una huella de carbono cero.
  • Carbono negativo: este segundo concepto hace referencia a la situación en la que se genera más energía de la consumida, creando un excedente energético procedente de energías renovables. Expresado de otra forma, se trata de reducir las emisiones de CO2 a través de fuentes renovables (eólica, solar o hidroeléctrica). 

La confusión suele llegar cuando entra en juego el término carbono positivo, que es el término que suelen usar numerosas empresas para describir sus esfuerzos por reducir su impacto medioambiental. 

En resumen, los términos carbono negativo y carbono positivo y se utilizan actualmente indistintamente para indicar una eliminación del dióxido de carbono de la atmósfera mejorando la salud del planeta.

LO QUE ESTÁ EN TUS MANOS PARA ALCANZAR LA NEUTRALIDAD DE CARBONO

Mejorar la salud del planeta es una responsabilidad conjunta que requiere la implicación de los distintos países, pero también necesita una colaboración ciudadana activa y comprometida.

Por eso, es importante conocer las medidas que podemos tomar en nuestro día a día para contribuir positivamente reduciendo nuestra huella de carbono:

  • Reducir el desperdicio de alimentos, consumir menos productos cárnicos y optar siempre que sea posible por lo sostenible.
  • Contribuir al reciclaje de los envases siguiendo las pautas de recogida de plásticos, vidrios y cartones, entre otros residuos.
  • Optar siempre por medios de transporte poco contaminantes: transporte público, vehículos eléctricos, bicicleta, etc.
  • O mejorar la eficiencia energética en nuestra vivienda.

Con lo poco que podamos hacer cada persona por reducir nuestra huella de carbono, tal vez logremos alcanzar el ambicioso objetivo de llegar a la situación de carbono neutro para el plazo marcado.