Llevamos décadas oyendo hablar de gases de efecto invernadero y de sus devastadoras consecuencias para el planeta, pero ¿cómo se mide? ¿Cuáles son los informes en los que se aporta esa información, de dónde salen, quién los emite, cómo se comparten? En esta entrada intentaremos conocer esa parte más técnica que contribuye a la toma de decisiones y a acercarnos a los objetivos de la Agenda 2030.

Principales gases de efecto invernadero

A modo de recordatorio, vamos a enumerar esos gases de efecto invernadero (GEI) que provocan el calentamiento global, emitidos en su mayor parte por la actividad humana.

Medidores de los GEI

La Convención Marco sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas, así como otros acuerdos posteriores en torno al clima establecieron la elaboración de inventarios de las Partes que firmaron estos pactos. En línea con ello, en España existe el llamado Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero.

A nivel gubernamental: Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero

Se trata de un extenso informe (el de la edición de 2024, que se actualiza mensualmente, consta de más de 900 páginas) en el que se comunica a la ONU y a la UE, en cumplimiento de la mencionada Convención Marco y de la regulación europea, respectivamente, todo aquello que compete a la emisión de este tipo de gases en nuestro país.

Dicho informe se compone de quince capítulos y nueve anexos, que reúnen desde tendencias de las emisiones hasta los procesos industriales que emiten dichos gases o la panorámica de cada sector económico: agrícola, industrial, transportes, etcétera.

Otros enlaces y documentos relevantes

Dicho inventario está debidamente incorporado en el repositorio de datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente, junto a todas las series históricas entre 1990 y el año actual.

Los GEI que se contemplan en el documento

En el inventario mencionado, los gases que se tienen en cuenta para elaborar el informe son el CO2, el metano, hidrofluorocarburos, perfluorocarburos, hexafloruro de azufre y óxido nitroso.

A nivel empresarial

Para las empresas, esta reducción de GEI es muy relevante, como veremos en el siguiente punto. Cuentan con diversas herramientas para validar los datos y dar cumplida información a la entidad competente.

¿Por qué es tan importante medir estos gases?

Evidentemente, la primera y más importante es la mejora del planeta y la sostenibilidad. Reducir la huella de carbono se ha convertido en un objetivo común a todos los países del primer mundo, que trabajan colectivamente para luchar contra el cambio climático.

Pero también hay motivos económicos. Para las empresas puede ser una enorme oportunidad reducir los GEI, ya que la adopción de nuevas estrategias de ahorro va a contribuir tanto a la reducción de costes gracias a una mayor eficiencia energética como a una mejora en términos de innovación y también de competitividad.