Las empresas comienzan a poner el foco en la buena gestión de sus residuos. Las hay que apenas los generan, pero existen otras que necesitan implementar en sus manuales de buenas prácticas esta parte de su actividad. ¿Cuánto cuesta la gestión de residuos, cómo llevarla a cabo, qué impacto tiene hacerlo o no hacerlo?

Tres enfoques distintos

La legislación europea es tajante al respecto, y se basa en el principio de que quien contamina, paga. En España, la Ley de Responsabilidad Medioambiental establece sanciones económicas de hasta 1.750.000 euros, además del cierre de las instalaciones y la correspondiente inhabilitación.

No es lo mismo una empresa que genera residuos biosanitarios que otra que genera escombros o que una tercera que, simplemente, desecha un poco de papel. No todos los residuos implican el mismo impacto para el medio ambiente, ni por origen ni por cantidad. Por tanto, hay diversos enfoques a la hora de gestionarlos.

  • Si estamos hablando de una microempresa que, debido a su actividad, genera pocos residuos, quizá la gestión sea relativamente sencilla. Bastará con aportar la infraestructura para la separación de dichos residuos y la entrega en el punto correspondiente.
  • En el caso de encontrarnos ante un volumen mayor de residuos, una solución puede ser llevar a cabo una auditoría de gestión de dichos residuos. En ella, los expertos pueden asesorar en cómo mejorar las prácticas dentro de la compañía, de manera que reduzcan costes económicos y medioambientales.
  • Con o sin asesoría previa, las empresas con un volumen alto de residuos pueden ponerse en contacto con empresas especializadas en dicha gestión, de manera que sean estas las que se ocupen de la recogida, transporte y tratamiento de los distintos residuos.

Residuos: gestión, generación y reciclaje, en cifras

La información al respecto es abundantísima, pero el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico cuenta con numerosos documentos e informes que pueden ayudar a todo tipo de empresas a estar más informado.

Una buena noticia es que parece que reciclamos más: en 2021, según el INE, hubo un 4,5% más de residuos reutilizados. La mala es que seguimos estando lejos de los países que más reciclan: en España estamos en torno al 50%, y países como Austria o Alemania pasan de largo el 60%.

Aunque todo suma, los residuos procedentes de la actividad económica suman en nuestro país alrededor del 80% (el resto son de origen doméstico). De ahí que la gestión de residuos sea primordial en las empresas: solo en plásticos, la OCDE cifraba en 2022 en más de 130 millones de toneladas los que inundan mares, ríos y océanos.

Y, con todo, en España va creciendo la concienciación, porque a nivel global las cifras de coste medioambiental aterran: el 50% de las basuras acaban en vertederos; alrededor de un 20% se incinera, otro 20% más no tiene trazabilidad (se tira en cualquier sitio, incluidos vertederos ilegales) y solo un 9% se recicla.

Cómo mejorar la gestión

  • Es importante identificar qué residuos genera una empresa.
  • Puede que a primera vista no nos demos cuenta, pero separando y reciclando lograremos conocer no solo el tipo de residuos generados, sino también el volumen. Los resultados suelen sorprender.
  • Promover el uso de energías limpias y la reducción de residuos. Desde la contratación de energía eléctrica procedente de fuentes no contaminantes hasta la implementación de una política de cero plásticos: todo suma.
  • Sensibilizar a los trabajadores a través de la formación en la importancia de reciclar. Organizaciones sin ánimo de lucro como Ecoembes suelen contar con cursos de este tipo, que además facilitan el material para reciclar en las oficinas.