Ya estamos inmersos en las fiestas más entrañables del año, pero también las que más invitan al despilfarro. ¿Cómo combinar el poder disfrutar de estas fechas sin dejar de tener una Navidad sostenible? Estos son algunos consejos para tener unas fiestas respetuosas con el planeta.

Reduce al máximo el plástico

Estas fiestas adquirimos muchísima comida y también muchísimos regalos. Fíjate bien en todo aquello que puedes comprar sin abundancia de plásticos. Aunque cada vez hay más conciencia, sigue habiendo demasiados envoltorios innecesarios. Con la comida, lo mismo: adquiere todo lo que puedas libre de plástico. Lo mejor: hacer la compra en los comercios locales y llevar el carrito.

Decoración menos contaminante

Si vas a poner un Belén, hazlo mejor con figuritas de arcilla u otros materiales naturales. En el caso del árbol, la cosa es aún más compleja: si lo compramos natural es muy probable que no sobreviva, tal como cuentan en Greenpeace. Y los de plástico generan muchísima contaminación. Lo mejor es alguna otra alternativa, como uno fabricado por nosotros con madera o corcho o, simplemente, dibujado en una gran pizarra y con adornos pegados con imán, pegatinas, etcétera. ¡Incluso puedes, con algunas estrellitas de madera y alguna guirnalda de papel, decorar una de tus plantas!

Para una Navidad sostenible, recicla

Hablando de decoración navideña, ¿realmente merece la pena comprarlo todo nuevo? Lo mejor es guardar bien todo cuando terminen las navidades y volver a usarlo de nuevo al año siguiente. La decoración de Navidad se usa poquísimo y comprarla nueva cada año, es un verdadero derroche para el bolsillo y para el planeta.

Usa pocas luces y de bajo consumo

Las luces son otra fuente de gasto. Si vas a utilizar luces para tu decoración navideña, hazlo el menor número de horas posible y con luces de bajo consumo. 

Regalos ecológicos

En lugar de objetos, ¿por qué no regalar, por ejemplo, una estancia en un hotel rural? Regalar experiencias está muy de moda. Además, evitamos la sobreproducción, que tanto daño hace al planeta.

Compra productos de cercanía

En alimentación, cuantos más productos de kilómetro cero puedas adquirir, mejor. De esta manera, favoreces a los productores locales y te aseguras de que, para llevarlo hasta tu casa se ha emitido la mínima cantidad de CO2. Y en lo que respecta a los regalos, si prefieres regalar algo físico, ¿por qué no artesanía de la zona o regalos que puedas encontrar en tu entorno más cercano?

De temporada, sí; pero también humildes

Hubo una época en la que las grandes comilonas eran lo que se estilaba en estas fiestas. Pero había un porqué: el resto del año apenas se tenía acceso a los alimentos más caros. Ahora esto ha cambiado, y tiene menos sentido llevar a la mesa pescados, carnes y mariscos que multiplican su precio por el hecho de adquirirse en estos días. Para una Navidad sostenible, apuesta por productos más humildes, que no encarezcan demasiado tu carro de la compra. Hay fantásticas alternativas con productos mucho más baratos.

Envuelve tus regalos con papel o cartón reciclados

En lugar de gastar dinero en envoltorios, ¿por qué no usas cajas de cartón, bolsas de tela o papel que tengas por casa? Puedes decorarlas pintándolas, atándolas con cuerda, añadir algunas pegatinas… La idea es no usar envases de más y reutilizar. ¡Utiliza la imaginación!