Cada cierto tiempo, pero especialmente en la campaña navideña, es habitual que encontremos en el supermercado al que solemos acudir, a grupos de voluntarios que solicitan comida para los más desfavorecidos. La ola de solidaridad es más intensa en estas fiestas porque resulta aún más doloroso que haya gente pasando hambre cuando la mayoría de nosotros lo celebra en torno a una mesa. Pero ¿sabes cómo funcionan los bancos de alimentos, cuándo surgieron y en virtud de qué criterios reparten lo obtenido?

¿Qué es un banco de alimentos?

Los bancos de alimentos son organizaciones cuyo objetivo es recolectar alimentos y productos de primera necesidad para los más necesitados. Se hace a través de voluntarios en su inmensa mayoría, que solicitan a supermercados y particulares estos alimentos, los discriminan por tipos y después los distribuyen entre las personas más vulnerables.

Historia de los bancos de alimentos

La idea original de los bancos de alimentos era la de aprovechar aquellos productos en buen estado que, por defectos en su etiquetado, una fecha de caducidad próxima o excedentes de producción, terminaban siendo descartados. Para acabar con aquel despilfarro, en los años 60 nació este concepto en los Estados Unidos. Todos aquellos productos se entregaban a personas que no podían adquirirlos.

La idea del aprovechamiento siguió presente en los siguientes bancos de alimentos, que surgieron en España en los años 80. Los primeros bancos estaban radicados en Cataluña y el País Vasco, y de ahí fueron saltando a otros puntos de la península. En 1996 se creó la FESBAL (Federación Española de Bancos de Alimentos), que agrupa a los 54 bancos de alimentos que actualmente tiene nuestro país.

Alineados con los ODS

Los bancos de alimentos están alineados con varios de los objetivos de desarrollo sostenible. En concreto, con los que promueven la igualdad de género, la reducción de las desigualdades, la paz, la justicia e instituciones sólidas y las alianzas para lograr objetivos. Pero sin duda también contribuye a otros, como el hambre cero o la acción por el clima, ya que estamos hablando, en el caso de las donaciones directas de supermercados, de alimentos que se aprovechan en lugar de descartarse.

El código de buenas prácticas de los bancos de alimentos

Quizá te hayas preguntado, cuando haces una donación, cómo se reparte lo conseguido entre los solicitantes de alimentos, cuáles son los criterios con los que se entregan. Existe un código de buenas prácticas en FESBAL apoyado en valores como la transparencia, la neutralidad o la solidaridad y que podría resumirse en estos puntos:

  1. Son órganos apolíticos y aconfesionales. Esto es, son independientes de organismos políticos o religiosos.
  2. Sus miembros en los órganos de gobierno no reciben remuneración alguna, lo que garantiza de nuevo dicha independencia. De hecho, solo unos cuantos trabajadores (una minoría) reciben un pequeño salario.
  3. Se tiende a evitar la presencia en estas instituciones de cargos públicos, sobre todo de los de especial relevancia.
  4. Los alimentos que llegan a los bancos irán siempre a instituciones benéficas.
  5. Nunca se solicitará compensación económica a las mencionadas instituciones.
  6. El destino al que van a parar las donaciones debe justificarse mediante documento.
  7. Se promueve un buen ambiente de trabajo y el bienestar de los voluntarios.
  8. También se cuidará la participación y el acceso a la información de sus miembros.
  9. Se fomenta la solidaridad, la sobriedad y el consumo responsable.