Eliminar el plástico de nuestras vidas es urgente. Parece que todo se soluciona reciclándolo (algo que, por supuesto, debemos seguir haciendo), pero lo cierto es que una mínima parte del mismo termina convertido en otros productos. La mayoría termina en el mar, con todas las consecuencias que esto tiene. Según datos de Greenpeace, cada año 12 millones de toneladas de plástico se vierten al mar. Esto supone, aseguran, el 80% de la contaminación marina. Por si fuera poco, se calcula que en 2050 habrá más plástico que peces en el mar si no lo detenemos. Eso, en cuanto a medio ambiente. Porque los microplásticos (pequeñas partículas que ingerimos sin darnos cuenta) tienen un impacto impredecible en animales y personas. ¿Cómo buscar alternativas al plástico que mejoren el planeta y nuestra calidad de vida? Estos ocho pequeños gestos harán que tu consumo descienda considerablemente.

Adiós, botellas de agua; hola, cantimploras

Es muy habitual, especialmente cuando aprieta el calor o vamos al gimnasio, que adquiramos en cualquier tienda una botella de agua para apagar nuestra sed. También en el trabajo, donde reciclar es especialmente importante. Las botellas no solo son uno de los grandes residuos, sino que los microplásticos se desprenden de ellas con enorme facilidad. Cámbiate a recipientes tipo botella de aluminio o cantimplora: no solo son grandes alternativas al plástico, sino que además mantienen el agua más fresca. Eso sí, si las guardas, también puedes usarlas para fabricarte este aire acondicionado ecológico… Y lo mismo podemos decir de cubiertos, platos o vasos. Si vas al campo, por ejemplo, elígelos reutilizables.

Todo en bolsas de tela

Aunque nos vamos acostumbrando a comprar con bolsas de tela, queda un largo camino por recorrer. Sí, puede que nos acordemos de llevarla a la compra (o el carrito para volúmenes más grandes), pero a menudo nos surgen compras de todo tipo cuando vamos por la calle (ropa, un capricho de cualquier tipo…). Procura llevar siempre una contigo: ocupan poco espacio, no pesan nada y evitarás llevar plástico a casa.

No a los paquetes desechables

Es uno de los grandes males en los supermercados. Aunque cada vez más ofrecen bolsas biodegradables y comprar al peso, es bueno que nos concienciemos sobre la enorme cantidad de plástico desechable que nos llevamos. ¿Lo mejor? Llevar nuestros propios envases a la tienda para legumbres, harina, etc. Bolsitas de tela para frutas y verduras, envases de cristal para legumbres o harina…

Los productos de higiene también generan muchos residuos

Solo los cepillos de dientes producen un 1% de los residuos plásticos. Existen alternativas, claro que sí: los hay de bambú, por ejemplo, y también están los 100% reciclables. Las maquinillas de afeitar son otro problema: decántate por las metálicas y compra solo las cuchillas. Por último, las esponjas de baño también pueden ser sustituidas por esponjas naturales.

Las pajitas de cartón, bambú o acero, otra de las alternativas al plástico

Aunque por fortuna ya desaparecieron por normativa europea, debes saber que tienes opciones si te gusta usarlas: las hay de acero, de bambú y hasta de cartón. Las dos primeras opciones son reutilizables (y, sinceramente, más prácticas).

¿Conoces los papeles encerados o wraps?

Cuando nos sobra comida, nos acostumbramos a cerrarla con papel de aluminio o con film de plástico. Existen papeles encerados que cumplen perfectamente esta misión y que, además, se pueden reutilizar. Son perfectos para envolver alimentos o cubrir platos. Pero es que además son más saludables (por evitar los mencionados microplásticos).

Con estos pequeños gestos no solo echamos una mano al planeta, sino que también generaremos menos residuos y ganaremos en salud. Y tú, ¿qué alternativas al plástico usas en tu día a día?