Las cosas han cambiado mucho en los últimos años, y lo han hecho para bien. Aunque en ocasiones, ir a mejor supone tener que adaptarse a nuevas reglas que no siempre acabamos de asimilar con absoluta claridad. Y este es el caso de la gestión de nuestros residuos en el hogar. Pero, ¿qué reciclar en cada contenedor?

Si antes iba todo directo a un único contenedor, ahora tenemos el cubo amarillo, el verde, el marrón… pero eso no es todo: el aceite usado tiene otro destino, así como las pilas, los medicamentos usados o caducados, los electrodomésticos viejos, etc. Y con tanta variedad de opciones, resulta fácil confundirse al tratar de aprenderse lo que se recicla en cada contenedor.

Ceñirse a la normativa actual de reciclaje no es tarea fácil, de forma que muy a menudo acabamos mezclando nuestros residuos, dificultando con ello las labores de reciclaje. En este artículo te contamos cómo se deben dividir los residuos con acierto para que tengas claro lo que se recicla en cada contenedor de residuos.

¿RECICLAMOS EN ESPAÑA? ¡SÍ, Y MUCHO!

La respuesta es que sí: los españoles tenemos una posición destacada en lo que a datos de reciclaje de envases se refiere. Según los datos publicados por Eurostat en 2016, España se situaba en un sexto lugar en a nivel europeo en el reciclaje de envases, con una tasa del 70,3%. 

Y los años le han sentado bien al reciclaje en nuestro país, ya que según publica la empresa de reciclado Relevo, hemos pasado de reciclar alrededor de 28,3 kilos en 2016 a reciclar 33,8 kilos de residuos por persona en 2018, entre plásticos (junto con latas y briks) y papel o cartón.

Con datos más recientes, el Estudio de Hábitos de Reciclaje elaborado por el Instituto Apolda en 2018 reflejó que un 79,8% de los ciudadanos disponemos de un espacio en casa para separar los envases de plástico, latas y briks, sumando un total de 37 millones de personas.

Más optimistas son los datos reflejados por el estudio realizado en 2019 por la AIMC (Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación), donde el 89,5% de los encuestados aseguró reciclar o separar sus residuos con bastante frecuencia.

¿QUÉ SE RECICLA EN CADA CONTENEDOR? LA GRAN DUDA

Ya sabemos que los españoles nos sentimos comprometidos con el reciclaje, al menos en lo que a envases y cartones se refiere. Pero cuando entran en la ecuación otros tipos de residuos adicionales (orgánicos, aceites, baterías…), ¿sabemos qué reciclar en cada contenedor?

Dependiendo de la localidad en la que nos encontremos, podremos encontrar algunas diferencias, pero en general veremos una separación similar a la siguiente:

  • Residuos orgánicos
  • Envases: plástico, metal, briks y otros
  • Vidrio
  • Papel y cartón
  • Resto de residuos no reciclables

Esta división básica de los residuos domésticos es prácticamente la misma, bien nos encontremos en Madrid o en Barcelona, por mencionar dos lugares diferenciados. Aun así, deberás consultar con los servicios públicos de tu localidad para recibir las indicaciones que correspondan.

Pero ¿qué pasa cuando tenemos aceite usado del que deshacernos? ¿y un viejo aparato electrónico? Pues bien, estos residuos tienen su propia forma de reciclaje de modo que no acabemos tirándolo en el contenedor de residuos no reciclables: los puntos limpios puestos a disposición por los ayuntamientos.

Te lo explicamos todo a continuación para tener claro qué reciclar en cada contenedor.

RESIDUOS ORGÁNICOS: AL CONTENEDOR MARRÓN

Comprende los restos de comida y de jardinería, y suelen estar asignados al contenedor con tapa marrón. Incluye los restos de frutas y verduras, de carnes y pescados, así como los posos del café (e infusiones), todo lo que va a este contenedor. Eso sí, siempre que estos últimos no vayan en cápsulas.

Una duda frecuente aquí es la de las servilletas que hayamos usado en la comida, que siempre irán al contenedor de residuos orgánicos, así como los restos de jardinería. 

Si quieres animarte a reciclar tus residuos orgánicos, piensa que de cada 100 kg se pueden obtener hasta 30 kg de abono reutilizable.

PLÁSTICOS: AL CONTENEDOR AMARILLO

Comprende la mayoría de los envases, y suelen estar asignados al contenedor amarillo. Aquí entran todo tipo de envases de plástico (las bolsas también, así como el film de plástico con el que envolvemos los alimentos). Igualmente, el contenedor de los plásticos también es el indicado para deshacerse de los envases de metal, los briks (de leche o zumo) y para los embalajes de corcho o poliespán.

Un detalle importante a tener en cuenta aquí es que, si estás en una ciudad como Madrid, también podrás depositar en el contenedor amarillo tus cajas de madera de pequeño tamaño (por ejemplo, de fresas o de puros).

VIDRIO: AL CONTENEDOR VERDE

En el contenedor de color verde depositaremos los vidrios, con la precaución de separar el tapón o la chapa para depositarlo en el contenedor que corresponda (generalmente, en el amarillo). Aunque si el tapón es de corcho natural, éste irá al contenedor de restos orgánicos.

Debemos tener presente que los objetos de cristal (como los vasos o copas), el cristal de las ventanas o los espejos no se depositan en el contenedor verde: debemos depositarlos en el contenedor de resto de residuos el de tapa naranja siempre que éstos sean pequeños.

PAPEL Y CARTÓN: AL CONTENEDOR AZUL

En cuarto lugar, llevaremos al contenedor azul los papeles de todo tipo, así como cajas y cartones de diversas utilidades. Las hueveras de cartón o los vasos de cartón de las máquinas de café también van directos al contenedor azul.

Y una duda de lo más frecuente: cuando el papel o cartón esté manchado de aceite, de pizza, etc. no debemos depositarlo en el contenedor azul, sino en el de tapa marrón (si está manchado de restos de comida), o en el de tapa naranja en casos contrarios.

RESTO DE RESIDUOS NO RECICLABLES: CONTENEDOR NARANJA

Por último, tenemos el contenedor para depositar todos los residuos que no entren en ninguno de los cuatro contenedores explicados previamente. Lo reconoceremos a menudo por su tapa naranja, aunque puede variar su color distintivo según donde nos encontremos.

En cualquier caso, en el contenedor de residuos no reciclables depositaremos, generalmente:

  • Tapones de corcho, cerillas o serrín
  • Colillas y residuos de limpieza doméstica: polvo de barrer, bolsas de aspiradora, etc.
  • Cerámica y porcelana
  • Objetos de cristal pequeños: vasos, copas, espejos, ventanas, etc.
  • Residuos de pequeñas curas: tiritas, esparadrapo, gasas, vendas, algodón, etc.
  • Residuos higiénico-sanitarios
  • Plásticos que no sean envases, envoltorios o embalajes: muñecos, cepillos de dientes, maquinillas de afeitar, etc.
  • Bombillas convencionales: incandescentes, halógenas, etc.

Por último, recordemos la frecuente existencia de puntos limpios o verdes, instalaciones de los ayuntamientos donde podemos llevar aquellos residuos especiales o peligrosos que no pueden depositarse en los contenedores a pie de calle o en el domicilio: ropa y calzado, enseres, muebles, electrodomésticos, etc.

Con estas indicaciones y un poco de práctica, seguro que no vuelves a dudar sobre qué es lo que se recicla en cada contenedor.