Los sensores infrarrojos son unos dispositivos optoelectrónicos capaces de medir la radiación electromagnética infrarroja de los cuerpos en su campo de visión. Se utilizan para medir la temperatura y detectar objetos calientes,  y además nos permiten la visión nocturna y la posibilidad de atravesar algunos objetos opacos para la luz visible.

Es decir, los sensores infrarrojos están diseñados especialmente para la detección, clasificación y posicionado de objetos; la detección de formas, colores y diferencias de superficie, incluso bajo condiciones ambientales extremas. ​

En el sector de la seguridad, estos dispositivos son un mecanismo utilizado en los diferentes detectores perimetrales, de movimiento, gas, inundación, etc, mientras que en el ámbito doméstico, por ejemplo, los sensores infrarrojos se utilizan en algunos electrodomésticos, como en los hornos microondas, para permitir la medición de la distribución de la temperatura en el interior.

Estos dispositivos se usan también para el control climático de la casa y detectar oscilaciones de temperatura. Estos sistemas facilitan el ahorro de energía maximizando los recursos ayudando, de este modo, a la ralentización del cambio climático.

En el campo de las ciencias médicas y biológicas se pretende desarrollar nuevos métodos de diagnóstico no invasores con procedimientos de reconocimiento mediante sensores infrarrojos, por ejemplo, los de mama y de músculos. Otra aplicación médica es la medición instantánea de la temperatura del cuerpo, es decir, como un termómetro remoto.

Un caso práctico de su utilización en hogares o negocios es por ejemplo, el que podemos ver en los sistemas de alarma Verisure de Securitas Direct: los detectores activan los sistemas de seguridad en cuanto detectan presencias no autorizadas en el lugar. El salto de alarma es recibido en la central al mismo tiempo que llega la ráfaga de imágenes de las cámaras de vídeovigilancia.

Después, un equipo de gestores especializados se encarga de atender las emergencias en un tiempo medio de solo 29 segundos, verificando la situación y llamando a la Policía en caso de intrusión confirmada. Las imágenes recogidas por las cámaras serán también utilizadas por la Policía para identificar y detener a los ladrones. Además, servirán como prueba del robo para poder cobrar el seguro del hogar o negocio.