Cuando salta una alarma, todo tiene que estar preparado para que la reacción sea inmediata y absolutamente precisa. El salto de alarma, es decir, la detección de un intruso en el inmueble protegido, puede producirse en cualquier momento del día, cualquier día del año. Y el operador de la central receptora de alarmas (CRA) tiene que estar preparado para activar el protocolo correspondiente.

Lo primero que debe hacer el operador de CRA es verificar el salto de la alarma, hay que saber si se trata de un salto real un de uno falso. De hecho, en la gran mayoría de las ocasiones en las que se produce un salto de alarma, éste suele ser falso: a veces lo provoca el propio usuario, que entra en el inmueble desprevenido al olvidar que la alarma estaba conectada; puede ser una mascota —un perro o un gato— o incluso un pájaro que ha pasado por delante de un fotodetector; una ventana abierta, movida por el viento, o las propias cortinas, pueden provocar también que la alarma salte…

Pero el protocolo de Securitas Direct establece que todo salto de alarma es real hasta que se demuestre lo contrario. Y los operadores actúan con rapidez en todas las situaciones: en una media de 29 segundos, han identificado si el salto es real o no.

Si la alarma es real y hemos detectado un intruso en el inmueble, el procedimiento establece que se avise al cliente. Simultáneamente, e independientemente de si ya estamos al habla con el usuario o no, se avisa a la policía para que se acerque al inmueble de inmediato.

En caso de que el agente haya localizado al cliente, se mantiene en constante contacto con él para darle cumplida información de cómo avanza y cómo se resuelve el incidente.