El verano pasa entre olas de calor en la mayor parte del territorio español con pequeños paréntesis de bajada de temperaturas. Tenemos que hacernos a la idea de que la canícula será nuestra compañera durante los meses de julio y agosto, y no queda otra que combatirla. Pero el precio de la electricidad se ha disparado, y toca ahorrar energía y tirar de imaginación. ¿Cómo refrescar la casa sin que la factura de la luz se dispare? Aquí van algunas ideas.

Ventiladores de bajo consumo

Para reducir la factura de la electricidad, es importante contar con aparatos de bajo consumo. En general, los ventiladores de pie son los que suelen gastar menos, pero también hay otros formatos: basta con mirar los vatios que consumen. Para que te hagas una idea, un ventilador de bajo consumo está en torno a los 50-60 W; también hay algunos modelos incluso más eficientes. Los ventiladores de techo suelen gastar más, pero también hay modelos más sostenibles. Por comparar, un ventilador consume diez veces menos de media que el aire acondicionado, aunque es cierto que este último enfría el aire y el ventilador solo lo mueve. Pero hay soluciones.

El hielo

Poner hielo delante del ventilador es un truco magnífico para bajar la temperatura unos grados. Delante del ventilador colocaremos un cuenco, preferiblemente metálico, con hielo y sal (para que el agua que va soltando el hielo esté por debajo del punto de congelación). Lo ideal es que pongamos el ventilador en una ventana, con las aspas mirando hacia el interior, de manera que recoja el aire del exterior y lo enfríe.

Climatizadores evaporativos

A medio camino entre el ventilador y el aire acondicionado, estos aparatos también enfrían el aire debido a que cuentan con un sistema que atrae el aire, lo hace pasar por unas almohadillas que se empapan del agua que echamos dentro y absorbe parte del calor ambiental y devuelve una suave brisita que baja unos grados la temperatura. En realidad, es una sofisticación del punto anterior, pero los hay de bajo consumo, muy eficientes energéticamente. Existen desde modelos grandes, que enfrían una habitación entera, a otros más pequeños, ideales para colocarlos en la zona de trabajo y enfriar nuestro entorno. De estos últimos hay uno, Evapolar, que nos encanta por dos motivos: está fabricado de manera sostenible y funciona con la carga de una batería de móvil. Se conecta mediante USB y, como podrás imaginar, gasta poquísimo.

Fregar el suelo antes de acostarse

Parece una tontería, pero humedecer el suelo con el agua más fría posible cuando vamos a irnos a dormir funciona. Esa agua tomará el calor del suelo para evaporarse, lo cual reducirá la sensación de calor durante un rato. De la misma manera, colocar cuencos con agua bajo las ventanas mejora la sensación de calor extremo por este mismo efecto.

Crear corrientes de aire

No todas las casas lo tienen, pero si es tu caso, procura crear pequeñas corrientes de aire. Lo ideal es, claro está, que haya dos ventanas o puertas enfrentadas y, a poder ser, que el aire pase por un lugar estrecho (un pasillo) para que se enfríe aún más. Recuerda también que esto no es recomendable en las horas centrales del día: solo a primera hora y con la caída del sol y de noche.

Fabrica tu propio Eco Cooler o cómo refrescar la casa por cero euros

Por último, si quieres saber cómo refrescar tu casa sin gastar nada hay un invento fascinante y relativamente reciente que se creó para bajar las temperaturas en lugares de extrema pobreza y recursos, y que mucha gente está adoptando porque es sencillísimo de hacer: solo necesitas botellas de agua mineral, una plancha de contrachapado o cartón y un poco de paciencia. En un artículo de nuestro blog te explicamos cómo se hace.