Vivimos en una sociedad que busca el bienestar de todos. Especialmente, de aquellas personas y colectivos que necesitan ayuda. La dependencia es un área en la que entidades públicas y privadas ponen cada vez más esfuerzos: apoyar y dotar de una mayor calidad de vida a quienes sufren alguna restricción es vital. De hecho, el décimo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible pone el acento en reducir desigualdades: no solo habla de pobreza, sino también de cualquier otra, incluidas las discapacidades. Aquí es donde entran los terapeutas ocupacionales. A continuación, vamos a ver qué es la terapia ocupacional (una profesión no tan nueva como parece), y el por qué es tan importante que existan estos profesionales.

¿Qué es la terapia ocupacional?

Esta disciplina pertenece al ámbito sanitario, y su función es lograr que las personas con alguna restricción (cognitiva, de movilidad, etcétera) puedan ser miembros activos de su comunidad. Los cuidados, los estímulos intelectuales o el ocio de estos colectivos, son algunas de las funciones que cumplen estos profesionales. Pero ¿de qué colectivos hablamos exactamente?

  • Niños que no han alcanzado el desarrollo estimado a su edad. Por ejemplo, con alguna discapacidad física o psíquica que les impide desde agarrar un lápiz para poder escribir hasta relacionarse con otros niños.
  • Adultos con patologías neurodegenerativas (alzhéimer, ELA…); lesiones físicas como amputaciones, artrosis…; neurológicas (derivadas de un ictus, un traumatismo craneoencefálico, etc.)… También aquellos que tienen patologías psiquiátricas severas o discapacidades auditivas, visuales o psíquicas (síndrome de Down, por ejemplo), o los que sufren algún tipo de adicción.
  • Ancianos que, aun sin padecer una patología concreta, ven mermadas sus capacidades físicas o psíquicas para desempeñarse como antes y quieren ser independientes en un entorno más seguro para ellos.

Los terapeutas ocupacionales suelen trabajar en hospitales, en residencias geriátricas, en centros de mayores de día, en espacios de rehabilitación, en centros penitenciarios… En definitiva, en espacios en los que estos colectivos puedan necesitarlos.

Funciones del terapeuta ocupacional

Este profesional, en primer lugar, valora el grado de dependencia de la persona a la que va a tratar. Después de plantear la hoja de ruta para el tratamiento del paciente, se pondrá mano a mano con él para entrenar juntos las actividades más esenciales de su día a día (asearse, vestirse, comer…) y también buscar espacios y herramientas para el ocio. También determinará el uso, si procede, de alguna ayuda técnica para un mejor desempeño (desde una prótesis hasta una silla de ruedas), estudiará el entorno en el que vive para facilitar su vida (eliminación de barreras arquitectónicas, por ejemplo) y, en definitiva, ayudará a esa persona a reinsertarse en su comunidad.

¿Dónde se estudia terapia ocupacional?

Ya sabemos qué es la terapia ocupacional y qué áreas cubre. Parece una disciplina relativamente nueva, ¿verdad? Lo cierto es que sus orígenes se remontan a la Antigua China, pero no fue hasta los siglos XVIII y XIX que comenzó a utilizarse de manera más o menos regulada para tratar a los enfermos mentales. Fue ya en el siglo XX, tras la Primera Guerra Mundial, cuando se comenzó a considerar una profesión: los heridos en el frente necesitaban reinsertarse, y muchos volvían con graves lesiones.

Pero la terapia ocupacional no se ha convertido en carrera universitaria hasta hace relativamente poco. En España, en concreto, se implantaron estos estudios mediante Real Decreto en 1990. Actualmente se puede estudiar en multitud de universidades públicas y privadas de casi toda España: Madrid, Barcelona, Granada, Burgos, Murcia, A Coruña… Alrededor de 20 centros universitarios disponen de este grado.