Como cada 8M, las mujeres del planeta celebran su día. Es una fecha para recordar que la igualdad efectiva aún tiene un trecho por recorrer. Y que ese trecho se recorre a diario, no solo cada 8 de marzo. Pero ¿cuáles son los verdaderos retos para las mujeres del mundo en los próximos años? Estos son ocho de ellos.

Romper la brecha digital, la reivindicación principal de este 8M

Naciones Unidas ha puesto el acento este año precisamente en este hecho. No es baladí que las mujeres tengan un acceso igual que los hombres a las tecnologías. Por una parte, vivimos inmersos en una revolución digital que deja fuera a quienes no son competentes en el uso de las TIC. Por otra parte, esa brecha digital las expulsa de áreas profesionales que son, sencillamente, el futuro que nos llega. En el mundo, un 37% de las mujeres no tiene acceso a la transformación digital.

Potenciar la visibilidad de mujeres en la ciencia

A lo largo de la historia ha habido muchas mujeres que han revolucionado también el mundo de la ciencia y los descubrimientos. Aún son menos que los hombres, pero están. Y para que otras mujeres sigan su camino, es importante darles visibilidad. El Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia busca este fin, que el 8M (y, en realidad, todos los días del año) debe ser potenciado. En España, afortunadamente, tenemos un porcentaje cercano a la paridad, según cifras de 2019. Pero en el mundo son alrededor de un 30% frente al 70% de hombres.

Educar en igualdad

No solo en casa, sino también en la escuela. Que niños y niñas vean desde pequeños que tienen los mismos derechos y obligaciones es la piedra sobre la que se construye la verdadera igualdad.

Borrar la violencia de género

Son muchas las maneras de ejercer violencia contra las mujeres, y muchos los escenarios en los que se desarrolla. Son muchos los hombres que luchan contra esta violencia junto a las mujeres que la padecen. Es un proceso largo, pero que poco a poco y entre todos lograremos acabar con ello.

Incorporación a los puestos directivos

Hasta hace no mucho, no era habitual ver mujeres ocupando puestos de responsabilidad en las grandes empresas. Poco a poco, esta situación va cambiando. El reto de los próximos 8M es lograr que se convierta en algo habitual.

Conciliación entre la vida familiar y la laboral

Es, quizá, uno de los puntos en los que se pone más énfasis y, seguramente, en el que más se está avanzando. Pero los datos de 2019 aún apabullan: más del 67% de las personas tiene problemas con la conciliación, y esta cifra sube al 80% en el caso de las mujeres, según datos del Observatorio de Igualdad y Empleo previos a la pandemia. Lograr una conciliación real, que incorpore al hombre en esta ecuación, comienza a ser posible, pero estas cifras deben mejorar en los próximos años.

Poner en valor el trabajo feminizado

Hay trabajos históricamente feminizados. Entre ellos, los del sector de la educación (especialmente en Infantil y Primaria), los cuidados y la limpieza doméstica. Algunos de ellos, especialmente los dos últimos, están precarizados. Poner en valor estos trabajos, que son esenciales para la buena marcha de la sociedad, es un reto primordial.

Aplicar la perspectiva de género

Algo que hace unos años parecía un concepto etéreo tiene consecuencias reales. En la investigación médica implica detectar los síntomas propios de las mujeres en enfermedades que afectan a los dos sexos (por ejemplo, ante un infarto). En programación informática es importante que se acabe con sesgos que dejan fuera a la mitad de la población porque se piensa en masculino. Incluso, en procesos judiciales, tener una perspectiva femenina es importante a la hora de aplicar justicia. La perspectiva de género, que hoy ya se incorpora en muchas administraciones públicas, tanto de rango nacional como local, debe seguir integrándose en empresas e instituciones.