¿Cosechar energía limpia y hacerlo gratis? Parece utópico, pero nos encaminamos ya hacia esa realidad. Nos encontramos en un momento crucial en el que la sostenibilidad y la innovación aúnan esfuerzos para crear vías alternativas a las que conocemos. El “energy harvesting” es una de estas vías. Vamos a conocer un poco mejor de qué se trata.

La realidad a la que nos enfrentamos

En los últimos años, el Internet de las Cosas se ha integrado en nuestro día a día. Convivimos con montones de dispositivos IoT que almacenan datos personales, biométricos, etcétera, y de cuyo funcionamiento y eficacia dependemos cada vez más.

Ahora, ampliemos el foco y pensemos en esta otra realidad: miles de millones de esos dispositivos en todo el mundo, con sus correspondientes baterías y conexiones a la red eléctrica. Lo que por una parte estamos invirtiendo en bienestar se lo estamos robando al planeta en recursos. Es en este punto en el que el “energy harvesting” hace su aparición.

Qué es el ‘energy harvesting’

La recolección o cosecha de energía (la traducción al castellano de “energy harvesting”) es el proceso mediante el cual capturamos energía del ambiente y la convertimos en energía eléctrica. Dicha energía se puede usar al instante o almacenarse.

El desarrollo de esta técnica, aún en fase germinal, se basa en que hay energía en el ambiente que se desperdicia y se puede transformar en eléctrica. Las fuentes de las que proviene la energía ambiental son la energía eólica, solar, térmica, cinética, ondas electromagnéticas… Son cantidades pequeñas con las que no podemos alimentar una nevera, por ejemplo, pero sí una pulsera de actividad, un móvil o los elementos de un sistema de alarmas. De ahí la importancia de cosechar o recolectar estas pequeñas cantidades de energía: son suficientes para dar vida a pequeños objetos eléctricos o electrónicos de bajo consumo que, de otra manera, deben enchufarse a la red para funcionar.

La idea del “energy harvesting” es que este almacenamiento y uso de pequeñas cantidades de energía no precise ni de cables ni de baterías para desarrollarse e implementarse.

¿Qué elementos se necesitan para cosechar energía?

Cada fuente de energía desprende su propia energía residual, que no se reutiliza. Pero hay tres elementos necesarios para recoger y almacenar estos pequeños depósitos de energía:

  • Recolector. El recolector o transductor es el elemento encargado de convertir la energía ambiental que se desperdicia en energía eléctrica.
  • Circuito de interfaz. El segundo elemento necesario para cosechar energía extrae del recolector toda la cantidad posible de energía y la transforma en una fuente adecuada para utilizarse en el dispositivo al que se vaya a trasladar.
  • Carga. En ella se almacena o dispone para su uso la energía recolectada por el circuito; por ejemplo, en chips, sensores, etcétera, o en componentes capaces de almacenar energía, como condensadores.

El futuro de este sistema

Aunque, como ya hemos dicho, se encuentra en una fase muy inicial, las grandes compañías que invierten en I+D ya están interesadas en su desarrollo, como Securitas Direct, que apunta hacia el “energy harvesting” como una de las tendencias de las que hará uso en un futuro, esperamos, muy cercano.