Se suele decir que cuando nos acostumbramos demasiado al comportamiento de una inteligencia artificial (IA), simplemente dejamos de llamarla «inteligencia artificial». Se convierte en algo cotidiano, como Siri, usar la huella para desbloquear el móvil o fijar la velocidad del automóvil al viajar por carretera. También la inteligencia artificial ayuda a la seguridad de las personas de diversas formas que incluso nos pasan desapercibidas.
Todo esto es bueno porque indica que la IA se está integrando en nuestras vidas como lo hicieron ya el internet, los teléfonos móviles u otro tipo de tecnologías. Pero no está de más repasar algunos de los aspectos donde la IA resulta clave para mejorar la seguridad de las personas.
¿Dónde actúa la inteligencia artificial para mejorar la seguridad?
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Ciberseguridad
La IA permite reconocer patrones típicos de los ataques a las redes de comunicaciones, como los de «denegación de servicio» y las intrusiones no autorizadas. Además de eso, pueden detectar el spam (correo basura) y todo lo que ello conlleva, especialmente amenazas como el software malicioso (malware) que se intenta hacer pasar por mensajes reales.
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Visión artificial
Elementos como las cámaras de seguridad se benefician de algoritmos capaces de reconocer personas, animales o situaciones concretas. Un ejemplo típico sería detectar que una persona anciana se ha caído al suelo, o que por el jardín pasea un perro y no un ladrón. Con esa información las alertas son más eficientes, se reducen las falsas alarmas y se mejora la seguridad.
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Seguridad financiera
Aunque los expertos son buenos detectando comportamientos extraños en los mercados, las cuentas bancarias o las tarjetas de crédito, los algoritmos de IA trabajan 24 horas al día sin descanso y pueden asociar más factores: operaciones fuera del horario de negocios, ubicaciones poco habituales y otros patrones típicos de robos y fraudes.
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Seguridad informática
Utilizamos algoritmos de IA cada día al desbloquear el acceso a los dispositivos móviles mediante reconocimiento facial o con la huella digital. Esos algoritmos visuales se entrenan y afinan mediante técnicas propias de la IA para que solo la persona autorizada pueda hacer uso de ellos.
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Prevención de robos
Sistemas para comercios como el japonés Vaakeye o el británico Third Eye son capaces de detectar robos en las tiendas antes de que se produzcan, analizando los patrones de comportamiento y movimientos de quienes compran en las tiendas. Algo parecido se utiliza en algunos países para analizar potenciales amenazas en las calles, edificios públicos o ciertas viviendas.
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Evitar accidentes laborales
Las tecnologías de reconocimiento visual de objetos –como la que se veía en un vídeo de hace años de Microsoft– pueden utilizarse para reconocer productos peligrosos, obstáculos o problemas con estructuras y maquinaria pesada en obras, fábricas y almacenes, evitando potenciales problemas a quienes trabajan allí.
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Seguridad en la conducción
La lista de asistencias a la conducción que hacen uso de algoritmos de IA es larga: frenado automático, sistemas anticolisiones, detección de peatones y ciclistas, control de velocidad de crucero… Lo que antes eran puramente ayudas mecánicas ahora están controladas con más precisión y criterio por algoritmos de IA mucho más avanzados.
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Robots más seguros
Hasta hace poco los grandes robots y brazos mecánicos de las fábricas eran poco más que brutos mecánicos con unas medidas de seguridad muy básicas. Los robots con IA van equipados con cámaras y sensores de proximidad para saber cuándo alguien ha entrado en su área de trabajo. Pueden detenerse con un mero gesto de los operarios e incluso a veces toman ellos mismos esa decisión si detectan un peligro inminente.
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Medicina segura
Aunque todavía están supervisadas por equipos médicos, las IA ya se están utilizando con éxito para diagnosticar ciertas enfermedades. Su capacidad de asimilar datos y encontrar patrones convierten a la IA en una asistencia valiosa que proporciona velocidad y precisión al analizar grandes volúmenes de radiografías, escáneres y todo tipo de imágenes médicas.
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Salud mental y prevención
Los sistemas de IA capaces de analizar textos y el contenido de redes sociales son hábiles a la hora de detectar ciertos patrones típicos del estrés, la fatiga, la falta de atención… Son factores en muchos casos psicológicos, que recaen dentro del denominado análisis de sentimientos. La IA busca sin descanso en todos esos datos connotaciones psicológicas sobre las que se puede actuar de forma preventiva.
Álvaro Ibánez
Microsiervos
Álvaro es editor de Microsiervos, uno de los más conocidos blogs de divulgación sobre ciencia, tecnología e Internet en castellano. Participó en el nacimiento de proyectos españoles de internet como Ya.com/Jazztel y Terra/Telefónica y anteriormente trabajó en el mundo editorial de revistas técnicas.