¿Te imaginas tener absolutamente todo lo que puedas necesitar a menos de quince minutos de tu casa? Bueno, quizás no absolutamente todo (un parque de atracciones va a ser complicado tener tan a mano), pero sí al menos todo lo esencial para el día a día: zonas de entretenimiento, espacios con zonas verdes, comercios, restaurantes, etc. 

Esto es precisamente lo que propone la ciudad de los quince minutos: una iniciativa urbana pensada para organizar las ciudades, su estructura y los servicios que necesitan sus habitantes de forma que éstos puedan tenerlo todo perfectamente a mano en no más de quince minutos.

Eso sí, no es lo mismo hablar de quince minutos andando que hablar de ese mismo tiempo en coche (actualmente no resulta extraño tenerlo todo a mano si nos ponemos a conducir durante quince minutos). Entonces, ¿a qué se refiere exactamente la ciudad de los quince minutos y cómo pretende cambiar la forma en la que disfrutamos de nuestras ciudades?

ORÍGENES DE LA CIUDAD DE LOS QUINCE MINUTOS

El concepto no es nuevo en realidad. De hecho, la idea de organizar las ciudades de forma que todos sus habitantes tengan todo lo que necesitan un poco más a mano comenzó a hacer ruido en Nueva York a principios del siglo pasado. 

¿Cuál es la idea de este tipo de planificación urbanística? Esta forma de concebir las ciudades trata de poner sus esfuerzos en incentivar el desarrollo de las ciudades más allá de las principales zonas comerciales (generalmente en el centro de las ciudades). De esta forma, cualquier rincón de la ciudad contaría con todos los servicios necesarios sin obligar a sus vecinos a hacer grandes desplazamientos.  

Lo que busca la ciudad de los quince minutos es, dicho de otra forma, que las personas podamos llegar caminando (así como en bicicleta o en transporte público) a cualquier lugar que necesitemos como parte de nuestro día a día.

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE LA CIUDAD DE LOS QUINCE MINUTOS?

Son muchos los beneficios que salen a colación cuando un área urbana consigue llegar al objetivo de contar con todo lo esencial a menos de quince minutos andando o en bicicleta, tanto para los ciudadanos como para la sostenibilidad de las ciudades.

Por ejemplo, en la ciudad de los quince minutos:

  • Las necesidades de transporte se reducen drásticamente. En el largo plazo, esto supone una importante reducción en las emisiones de gases contaminantes, así como una menor contaminación acústica.
  • Usar los medios de transporte activos (aquellos en los que nos movemos por nuestros propios medios y esfuerzo) ha demostrado repercutir muy positivamente sobre la salud de las personas: promueve una mejora en la salud del corazón, mejora la salud mental, previene enfermedades graves como el cáncer y un largo etcétera de efectos positivos.
  • La conveniencia de tener los servicios que necesitamos siempre a mano supone un importante ahorro de tiempo que podemos usar en otras cosas que nos motivan más que otras (como pasar largas horas enlatados en un atasco monumental para comprar algo que necesitamos).

Y por encima de todo, la ciudad de los quince minutos predica con la idea de permitirnos disfrutar más y mejor de nuestras ciudades, de hacernos sentir parte de éstas y no de ser simples peones que deben asumir largos desplazamientos hasta las zonas céntricas cuando necesitamos algo.

¿ES FACTIBLE LA CIUDAD DE LOS QUINCE MINUTOS?

Hacer que la ciudad de los quince minutos sea la norma no es algo que se vaya a conseguir de la noche a la mañana. Al contrario, su adopción en las ciudades requiere cambios estructurales, modificaciones en las normativas vigentes y otros ajustes que requieren su tiempo.

Por ejemplo:

  • Añadir más zonas peatonales: dado que no se trata de que los ciudadanos tengamos que superar una gymkana de obstáculos para llegar a nuestro destino en menos de quince minutos, las ciudades deben contar con más zonas peatonales que conecten cómodamente entre los principales puntos de interés.  
  • Reemplazar las zonas de aparcamiento: es decir, cambiarlas por espacios útiles para los ciudadanos. Dado que el uso del coche particular tiende a desparecer en favor de las nuevas opciones de movilidad sostenible, deja de ser necesario ocupar tanto espacio para el aparcamiento de vehículos que en ocasiones pasan largos plazos de tiempo estacionados.
  • Favorecer la micromovilidad: tanto desde el punto de vista de las infraestructuras (más carriles para bicicletas y patinetes), como facilitando la creación de empresas que promuevan este tipo de movilidad.

UN CASO DE ÉXITO: PARÍS, CIUDAD DE LOS QUINCE MINUTOS

La ciudad de París está liderando el cambio en el mundo hacia las ciudades de los quince minutos. Y su éxito ha sido tal que está cubriendo multitud de titulares por los buenos resultados cosechados desde que su alcaldesa, Anne Hidalgo, se propusiera darle un giro a la ciudad en favor de sus ciudadanos y de la sostenibilidad.

Entre las medidas que están convirtiendo a la capital de Francia en una verdadera ciudad de los quince minutos podemos mencionar la prohibición de circular a los coches en las orillas del Sena, la creación de grandes espacios verdes o la eliminación de más de 60.000 plazas de aparcamiento. Y estas son solo algunas de las iniciativas emprendidas. 

París no es la única ciudad en apostar por este concepto. Otras ciudades como Melbourne (Australia), Detroit o Portland (ambas en Estados Unidos) también están dando pasos en firme para alcanzar el objetivo de crear ciudades accesibles desde cualquier lugar.

¿Imaginaste alguna vez tenerlo todo a mano en apenas un corto y agradable paseo? En la ciudad de los quince minutos no necesitarás ni un minuto más para conseguir todo lo que necesites.