La industria 4.0, también denominada ciberindustria o industria inteligente, se considera la cuarta revolución industrial. Consiste en interconectar todas las partes de una empresa para conseguir una automatización efectiva y conseguir así una organización inteligente que alcance los mejores resultados de negocio.
Qué es la industria 4.0
El concepto de industria 4.0 surgió por primera vez en 2011, en la feria de tecnología industrial de Hannover (Alemania), donde se profundizó en la idea de una fabricación informatizada y con todos los procesos interconectados entre sí, haciendo uso del internet de las cosas (IoT) que hoy ha derivado en el internet industrial de las cosas (IIoT).
Dos años después, el gobierno alemán puso en marcha esta iniciativa para hacer frente a los avances de China, con quien no podía competir en costes de producción. La idea era superar a este mercado en tecnología industrial y en la capacidad de fabricar productos de manera individualizada. El resto de países no dudaron en hacer lo mismo y apostar por la industria conectada. La cuarta revolución industrial, puesta en marcha en Europa y Estados Unidos, comenzaba así a tomar forma. En Europa se llamó Smart Manufacturing o Industrial Internet, mientras que en EE.UU. es conocido como Industrial Intelligence.
Principales protagonistas de la industria 4.0
La industria 4.0 engloba una revolución que combina técnicas avanzadas de producción y operaciones con tecnologías inteligentes. Así, la adopción de la tecnología digital dentro de la revolución industrial 4.0 ha permitido el gran cambio que supone la automatización de los procesos de producción a través de tecnologías innovadoras aplicadas a la industria inteligente. Entre ellas se encuentran la analítica, la inteligencia artificial, la fabricación aditiva, las tecnologías cognitivas, la nanotecnología, la robótica colaborativa, la visión artificial, el internet de las cosas, la gamificación, las herramientas de planificación de la producción, la realidad virtual, la simulación de procesos o las key enabling technologies o KET.
En este sentido, las organizaciones españolas deben identificar las tecnologías que mejor satisfacen sus necesidades para invertir en ellas y, así, alcanzar la transformación digital de su proceso productivo. Si no se aprovechan las oportunidades que traen consigo las fábricas inteligentes, perderán cuota de mercado.
En este sentido, las fábricas españolas deberían ganar en capacidad de interoperabilidad y en la posibilidad de recopilar, gestionar y analizar datos de forma masiva a través de tecnologías y software de Big Data para lograr una mayor flexibilidad y mejoras en la eficiencia de fabricación.
La transformación digital de la industria 4.0 en España es necesaria si nuestro país no se quiere quedar atrás en la cuarta revolución industrial.
Objetivos de la industria 4.0
El potencial de la revolución 4.0 no solo afecta a los procesos de fabricación, sino también a todas las industrias de cualquier sector, incluso a la sociedad y al cliente de manera individual. La industria 4.0 hace crecer a las empresas, pero al mismo tiempo transforma los productos y los servicios, la cadena de suministro y la experiencia de los clientes y su forma de interactuar con las empresas. Con respecto a los trabajadores, va a requerir profesionales cada vez más cualificados, con habilidades distintas.
La industria 4.0 permite crear negocios en un ciclo continuo, que incluye el flujo cíclico de la información y la continua interacción entre el mundo físico y digital. Este flujo tiene lugar a través de un conjunto de pasos que conocidos como PDP (physical to digital to physical):
- Del mundo físico al digital: se captura la información y se crea un registro digital.
- Del mundo digital al digital: la información se interpreta con analítica avanzada e inteligencia artificial.
- Del mundo digital al físico: a través de algoritmos se logran sacar datos efectivos para estimular acciones.
El futuro son las fábricas inteligentes que integran lo físico con lo virtual, donde los procesos son autoconfigurables y optimizados automáticamente para crear prototipos personalizados, y la inteligencia artificial se utiliza para acometer tareas complejas.
Beneficios e impactos de la industria 4.0
Los impactos de la industria 4.0 se pueden observar tanto en todos los agentes del ecosistema, como en las organizaciones y los individuos.
- Ecosistemas: la cuarta revolución afecta a proveedores, clientes, inversores y terceros.
- Organizaciones: las organizaciones que se benefician de los datos en tiempos real se vuelven más productivas.
- Individuos: para los profesionales supone un cambio en la forma de realizar el trabajo, mientras que los clientes se benefician de productos y servicios más personalizados.
En cuanto a los beneficios, encontramos los siguientes:
- Optimización de la calidad.
- Más eficiencia, menos errores y minimización de costes.
- Menor tiempo de producción.
- Mayor seguridad de los trabajadores.
- Ventajas derivadas de la seguridad del futuro.
- Incremento de la competitividad empresarial.
- Menos impacto medioambiental.
Principios de diseño
Los principios de diseño en los que se basan las empresas para implementar la industria 4.0 son los siguientes:
- Decisiones descentralizadas: los sistemas ciberfísicos son autónomos y toman decisiones propias.
- Interoperabilidad: con el Internet de las Cosas (IoT), personas y máquinas se comunican entre sí.
- Asistencia técnica: los sistemas ciberfísicos ofrecen soporte a los profesionales en aquellas tareas más arduas y le ayudan a resolver los problemas en el menor tiempo posible.
- Transparencia informativa: los sistemas de información son capaces de crear una copia virtual del mundo físico a través de los datos recopilados.
Retos de la industria 4.0
En cuanto a los retos de la industria 4.0, pasan por el desarrollo de mejores softwares y sistemas de análisis, la ciberseguridad, la eficiencia energética, la falta de personal cualificado, las reticencias de los directivos a la transformación digital de sus negocios y los fallos informáticos, entre otras metas.
Las pymes deben optimizar sus procesos con el fin de no quedar desactualizadas y aprovechar las ventajas de la industria 4.0, mientras que los trabajadores deben reconvertirse profesionalmente. El gran reto para toda compañía pasa por asegurar el retorno de la inversión que se requiere para la transformación digital.
Para ayudar en el proceso, las Administraciones han lanzado programas que informan y apoyan la formación para una nueva realidad que exige grandes dosis de liderazgo, como los programas de apoyo diseñados por la Secretaría General de Industria y de la Pyme. El gran reto de las compañías pasa por saber gestionar el cambio a la industria 4.0 y saber aprovechar sus oportunidades.