Entre los diversos modos de generar tormentas de ideas y de aportar conocimiento ha surgido en los últimos años el concepto de hackatón, un sistema de cooperación que nació en el mundo de la programación informática, pero que en la actualidad tiene numerosos formatos y aplicaciones.
¿En qué consiste un hackatón?
En primer lugar es interesante saber de dónde procede el neologismo, un cruce entre «hacker» y «maratón». A priori, la primera palabra (hacker) puede resultar despectiva o negativa; sin embargo, un hacker es, simplemente, alguien que domina los secretos de la programación informática. De hecho, el propio colectivo reivindica este término en positivo y lo distingue de cracker (estos sí, delincuentes informáticos).
La combinación de ambas palabras define el concepto: el hackaton es un evento colaborativo, donde el hacking remite a la resolución de problemas técnicos (en origen en el ámbito de la informática) y la maratón, al periodo de tiempo en el que este tipo de evento (normalmente, de un día o dos, aunque pueden llegar a alargarse a una semana).
Más que informática
Como ocurre en otros muchos sistemas de trabajo nacidos del entorno de la programación, su utilidad ha hecho que salte a otros ámbitos. Un ejemplo es Almanzora Comparte, iniciativa que ha adoptado este formato para intercambiar experiencias e ideas innovadoras que mejoren el entorno del valle del Almanzora.
Es decir, se puede organizar una hackatón para buscar soluciones a cualquier tipo de problema (en este caso, cómo atraer población a una zona de la España vaciada) reuniendo a especialistas que aporten ideas y generen nuevas sinergias y colaboraciones.
Características del hackatón
Soluciona problemas reales. Los participantes se someten a retos planteados por la comunidad. Pero no son desafíos para poner a prueba su inteligencia o arrojo, sino que se les pide que den solución a problemas existentes.
Normalmente, se organiza en un espacio habilitado para el fin que persigue. Como ya hemos comentado, el hackatón se circunscribe más a menudo al ámbito de los programadores y desarrolladores informáticos, pero no solamente. Sin embargo, en el caso de que así fuera, estaríamos hablando de un lugar provisto de la infraestructura adecuada para el intercambio y descarga de información digital.
Horizontalidad. El hackatón no es jerárquico, no va de arriba abajo. En estos eventos, todos trabajan de igual a igual persiguiendo un mismo fin e intercambiando ideas.
Especialización. Los participantes en un hackatón deben tener un alto grado de conocimiento del asunto a tratar o resolver, de manera que aporten dicho talento para el fin propuesto.
Innovación. La idea de este tipo de eventos es el de innovar, el de pensar fuera de la caja y extraer nuevas soluciones que sustituyan o mejoren a las ya existentes.
Beneficios
- Encontrar soluciones a un problema distintas y originales.
- Estimular el talento individual y colectivo.
- Poner a prueba las llamadas soft skills o habilidades no específicas de un puesto de trabajo, algo que puede resultar especialmente interesante para la organización que la ponga en marcha.
- Inspirar a los participantes y motivarlos. Por una parte, un hackatón rompe la rutina; por otra, invita a la reflexión y a la imaginación.