A menudo se piensa inmediatamente en las mujeres y en los niños cuando se habla de defensa personal, y lo cierto es que se trata, según los expertos, de una práctica válida para cualquier persona, sin importar ni su género o su edad. Ser capaces de proteger nuestra integridad física, no solo puede aportarnos un extra de seguridad, sino también la confianza de estar mejor preparados ante posibles situaciones de riesgo.

Y es que, como veremos más adelante, la defensa personal es un área de conocimiento útil en muchos sentidos (mejora de la seguridad, autonomía, etc.), pero su aprendizaje no puede limitarse a los videos que se publican tan a menudo en Internet como única formación. 

Al contrario, para aprovechar los beneficios de la defensa personal en toda su amplitud, resulta necesario recibir una formación reglada por parte de expertos, con cursos y clases específicos sobre defensa personal. Es decir, dejarnos en manos de profesionales capacitados específicamente en este tipo de preparación física.

EL VALOR DE LA DEFENSA PERSONAL

Según el testimonio del experto en Yawara-Jitsu, Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva (un método de defensa personal de origen oriental), la defensa personal se basa en una combinación de biomecánica, de activación de los músculos y articulaciones o de generar energías cinéticas ante una situación de riesgo. 

La defensa personal no consiste, por lo tanto, en incentivar el enfrentamiento, sino en facilitar las herramientas adecuadas para que las personas sepan reaccionar de la mejor manera posible en unas determinadas circunstancias. Este es el caso -continúa explicando Enrique Pérez-Carrillo de la Cueva en su página web-, de los niños en riesgo de padecer bullying escolar o de las víctimas de malos tratos. 

Entonces, ¿cuáles son los aspectos más reseñables de aprender defensa personal? Siempre que la formación venga desde un centro profesional y con todas las garantías de la adecuada formación de sus monitores, las clases de defensa personal pueden representar:

  • Una mejora en el equilibrio: la coordinación de varios movimientos al mismo tiempo es una asignatura pendiente para mucha gente, quienes encuentran serias dificultades para permanecer estáticos cuando la situación lo requiere. Dentro de la defensa personal, aprender a mantener el equilibrio es el pan de cada día.
  • Transmite valores positivos: respeto, altruismo, esfuerzo o paciencia son algunos de los valores alrededor de los que se centran las prácticas como la defensa personal o las artes marciales. 
  • Mejora en la condición física: como toda rutina de entrenamiento, la defensa personal también pone el foco en mejorar la capacidad física de las personas, de forma que el cuerpo responda perfectamente ante una situación de alerta.
  • Mejora de la autodisciplina: aprender defensa personal comparte otro beneficio con muchas otras modalidades de entrenamiento. Es la autodisciplina, es decir, la capacidad de la persona de comprometerse con su entrenamiento práctico.
  • Mejora el sentido de alerta: la defensa personal ayuda a quienes la practican a ser más conscientes de su entorno, despertando un sexto sentido para detectar posibles situaciones de riesgo o peligro.

CÓMO ELEGIR UN CURSO PARA APRENDER DEFENSA PERSONAL

Para quienes quieren aprender de forma correcta las técnicas de defensa personal, resulta esencial optar por una formación especializada en un centro que ofrezca todas las garantías (y que cuente con experiencia demostrable en el campo de la defensa personal).

Aparte, y una vez hayas hecha una primera búsqueda de centros especializados en tu localidad, algunos apartados que te interesarán valorar pueden ser los siguientes:

  • La posibilidad de hacer una visita presencial (o una primera clase de prueba). De esta forma, podrás tener una impresión de primera mano sobre el curso de defensa personal y si es lo que esperabas.
  • La cultura del centro. Así podrás ver los valores que promueven y de qué manera lo hacen. Esto lo puedes valorar presenciando una clase en directo, o preguntando a los estudiantes sobre su experiencia en el curso.
  • Los objetivos del curso: estos deben estar alineados con lo que buscas en un curso de defensa personal, ni más ni menos. 
  • Los entrenadores: deben transmitirte confianza y tranquilidad. Para esto, no hay nada mejor que hablar con ellos directamente, plantearles tus dudas y ver qué es lo que te proponen. 

¿Estás interesado en mejorar tus habilidades de defensa personal? Ahora ya sabes cómo aprender defensa personal de forma correcta, reglada y siempre en manos de profesionales