El ser voluntariado es una gran forma de involucrarse en los problemas de la comunidad para tratar de marcar una diferencia echando una mano allí donde más falta hace. Pero además de la ayuda que supone para las personas (o para las causas) más desfavorecidas, la experiencia de hacerse voluntario también puede tener un impacto positivo en quienes se animan a practicarlo.
En este artículo abordamos con detalle los beneficios asociados al voluntariado, las diferentes formas en las que puedes hacerte voluntario y los pasos a seguir para comenzar a trabajar como voluntario cuando consideres que ha llegado el momento.
¿POR QUÉ HACERSE VOLUNTARIO?
Puedes encontrarte estudiando una carrera, trabajando a jornada completa o estar jubilado y, aun así, querer aportar parte de tu tiempo a apoyar alguna causa que te motive. Pero ¿por qué las personas sacamos tiempo para ayudar a los demás cuando apenas tenemos tiempo para nosotros mismos?
Hay por lo menos tres buenas razones por las que puede merecerte mucho la pena hacerte voluntario:
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Te ayudará a conectar con otras personas
Al margen de sacarte de tu zona de confort -esa en la que solamente nos rodeamos de nuestros familiares y amigos más cercanos-, hacerse voluntario te va a obligar a conocer nuevas personas a las que tal vez jamás habrías llegado a conocer de otra manera. Además, muchas de ellas serán sin duda grandes personas que, tal vez, tengan algo positivo que aportarte.
Asimismo, ampliar tu trato con personas desconocidas tendrá un efecto secundario de lo más revitalizante: la posibilidad de crear relaciones de amistad con personas que tengan tus mismos intereses, además de abrirte nuevas puertas de cara a tu futuro más cercano.
Del mismo modo, conectar con nuevas personas te ayudará a poner en práctica tus habilidades sociales. Porque, ¿a quién no le viene bien mejorar su capacidad de relacionarse con los demás? Como cualquier otra habilidad, si no la practicamos de forma frecuente, acabaremos perdiéndola con el paso del tiempo.
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Es bueno para crecer como personas… y para ser más felices
Dada la determinación que supone, hacerse voluntario puede convertirse en un subidón de confianza, de autoestima y de satisfacción personal por el trabajo realizado. Aparte, ayudar a los demás -en cualquiera de sus posibles formas, ya que no hay una sola- te generará una fuerte sensación del deber cumplido.
Lo que tal vez no esperes oír es que hacerse voluntario puede tener unos efectos positivos reales sobre tu salud. Y como nos gusta documentar con información veraz todo lo que te contamos, aquí tienes un estudio realizado hace poco más de dos años. En él se referencian hasta catorce estudios adicionales en los que se demostró que hacerse voluntario puede mejorar la salud física y mental, la satisfacción con la vida, la autoestima, la felicidad e incluso reducir la mortalidad, ¡vaya si es bueno ayudar a los demás!
Y es que, como demostró este otro estudio, hacerse voluntario nos convierte en personas más felices, con una mayor sensación de bienestar a nivel general. Vamos, que si quieres ser más feliz que una perdiz, ayudar a los demás es un buen comienzo para conseguirlo.
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Puede impulsar tu carrera profesional
Hacerse voluntario puede suponer el desarrollo de nuevas habilidades que cualquier empresa valorará muy positivamente a la hora de contratar nuevos candidatos. ¿Cuáles son estas habilidades? Por mencionar algunas de las más frecuentes: el trabajo en equipo, la comunicación, la resolución de problemas, la planificación de proyectos o la gestión de tareas, entre muchas otras.
Por ejemplo, si tu intención es labrarte una carrera profesional en la gestión de equipos deportivos, considera la sólida base de conocimientos que te dará el comenzar participando como voluntario en la coordinación de un equipo de categorías infantiles (de fútbol, baloncesto, etc.). Aunque tendrás que resolver problemas a pequeña escala, te darán una buena base sobre la que construir la experiencia posterior.
CÓMO HACERSE VOLUNTARIO
Si estás falto de ideas para hacerte voluntario, tal vez te sorprenda saber que en el campo del voluntariado las opciones son infinitas. Así que el primer paso es tener claro hacia dónde quieres orientar tu trabajo como voluntario.
Por ejemplo, podrías interesarte en programas de voluntariado referidos a alguno de los siguientes ámbitos:
Deporte
Existen multitud de asociaciones deportivas cuyo foco gira alrededor de la integración social de las personas con diversidad funcional a través de actividades deportivas. ¿Qué mejor forma de aportar tu granito de arena que trasladarles tu pasión por el deporte?
Cultura
Si te motiva la cultura y todo lo relacionado con ésta, tal vez quieras ayudar a otras personas en situación de vulnerabilidad a través del arte en todas sus formas. De esta manera, ayudarás a fomentar la educación a través de actividades que fomenten el apoyo cultural en todos los ámbitos sociales.
Juventud
Si crees que puedes ayudar a otras personas a mejorar su futuro, quizás te interese participar en programas que fomenten la generación del desarrollo personal y profesional para jóvenes en riesgo de exclusión social.
Emergencias
Existen un gran número de organizaciones que requieren la ayuda de voluntarios para situaciones de emergencia, tales como desastres naturales, crisis migratorias, etc. Allí donde se produzca una situación de emergencia, siempre harán falta voluntarios que puedan echar una mano.
Personas discapacitadas
Con casi dos millones de personas con discapacidad en España (datos de 2018), las opciones de ayudar en el ámbito de las personas con discapacidades son muy amplias.
Y la lista de posibles ámbitos en los que trabajar como voluntario sigue y sigue. Si quieres hacerte voluntario y no sabes cómo, puedes comenzar consultando la página web de Voluntariado.net, donde seguro que encuentras un programa de voluntariado que se ajuste a lo que estás buscando, ¡solo te hace falta dar el primer paso!