Es frecuente encontrar artículos, entrevistas o tratados sobre el cambio climático y cómo afecta a personas, animales, plantas…; pero la parte no viva de la naturaleza (rocas, montañas, fósiles, etcétera) quizá se conoce menos. Aquí, en esta parte no viva, es donde se encuadra la geodiversidad. Y es muy importante también para la sostenibilidad del planeta: mucho más de lo que creemos.

Qué entendemos por geodiversidad

La geodiversidad es la variedad de elementos de origen geológico que podemos encontrar en una determinada zona. Estos elementos incluyen las rocas, los sedimentos del sustrato, la geometría y estructura que tienen. También es importante la composición de dichos elementos, qué minerales los forman, qué suelos hay sobre ellas; y además, fósiles, procesos que dan lugar a todos estos elementos, formas del relieve. Los recursos naturales que obtenemos de estos elementos también entran en la definición de geodiversidad. Estos, son las minas, las fuentes de energía como el carbón, el petróleo o el gas y los diversos recursos hídricos.

¿Por qué es tan importante esta diversidad geológica?

  • La geodiversidad crea las condiciones para que la vida prospere: es decir, condiciona la biodiversidad y qué animales y plantas vamos a encontrar en una determinada zona. Tal como indica el Instituto Geológico y Minero de España, esta variedad participa en gran medida en el origen de la flora y la fauna que ocupa un área.
  • Permite el desarrollo local y regional. La existencia de mármol, de carbón, de determinados metales…, marca la economía de una provincia o de un país. Pensemos simplemente en los países productores de petróleo.
  • Puede ser un destino turístico de gran relevancia. Hay numerosos lugares que se visitan precisamente por sus características geológicas. En España tenemos, por nombrar solo algunos, la playa de As Catedrais en Lugo, las Médulas de León, la Ciudad Encantada de Cuenca, el valle de Ordesa o la garganta del Cares. El mítico Gran Cañón del Colorado es un ejemplo de geodiversidad a nivel mundial.
  • Nos explica cómo se ha formado la Tierra. Y no solo eso: gracias a esta geodiversidad podemos conocer qué animales la habitaron y en qué momento. La geología es determinante para conocer, por ejemplo, el momento de aparición del hombre moderno o las distintas especies de dinosaurios y el porqué de su extinción.
  • Conforma un patrimonio. El conocimiento de las estructuras geológicas, de los fósiles que se hallan en sus sustratos, son un patrimonio que se puede dar a conocer a través de, por ejemplo, parques geológicos.

La importancia de defender el patrimonio geológico

Al igual que protegemos la flora y la fauna debemos hacer lo mismo con la geodiversidad. Se trata de un patrimonio finito e irrecuperable. No solo proporciona bienes materiales a la humanidad, sino que también es el libro en el que podemos leer la historia de nuestros antepasados más lejanos. Pero es vulnerable y está sometida a distintas amenazas. Las distintas administraciones deben asegurarse de proteger y conservar aquellos espacios de especial riqueza geológica.