Junto a la transformación digital, el otro gran reto del planeta es el de la sostenibilidad. Todos hemos escuchado en algún momento, unido a este último concepto, el de biodiversidad. ¿Sabemos qué es la biodiversidad y por qué es tan necesario protegerla o, en algunos casos, recuperarla?

¿Qué es la biodiversidad?

Según el Convenio de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, la biodiversidad hace referencia a la amplia variedad de seres vivos que habitan la Tierra (animales, plantas, hongos y microorganismos), y también lo que sucede con los patrones naturales que la conforman. Estos hábitats son el resultado de millones y millones de años de evolución, que durante la mayor parte del tiempo se ha debido a procesos naturales. Pero también la mano del hombre, sus actividades, han influido en esa evolución de manera cada vez más importante.

La biodiversidad también se refiere a los múltiples ecosistemas que existen en todos los rincones de la Tierra y la diversidad genética que se encuentra dentro de cada especie animal o vegetal. Esta diversidad da lugar a numerosas formas de vida, y las interacciones de todos los seres vivos dentro de su entorno son el sustento de la vida en el planeta.

De dónde viene este concepto

El concepto de biodiversidad se acuñó en 1988, en el Foro Nacional sobre la Diversidad Biológica de los Estados Unidos. Un entomólogo de Harvard, Edward O. Wilson, tituló con el nombre de «biodiversidad» a la publicación con los resultados del foro.

Intervención natural y del hombre en la biodiversidad

A lo largo de su existencia en la Tierra, el hombre ha influido en la evolución de numerosas especies. Por ejemplo, mediante la domesticación. Ha ido aprovechando la variabilidad genética para crear nuevos modelos de hortalizas y frutas, pero también de animales: desde perros y gatos hasta especies como vacas o caballos. Este tipo de procesos también forman parte de la diversidad biológica.

Pero la propia naturaleza, fuera de la intervención humana, va modelando los ecosistemas. El parasitismo, la simbiosis, la polinización, la depredación y un largo etcétera son procesos que influyen en la evolución de las distintas especies.

¿Por qué es tan importante la biodiversidad?

Son numerosos los motivos, pero estos son los principales:

  • Porque las especies dependen unas de otras. Si intervenimos en sus interacciones, nos arriesgamos a que todo ese mundo se venga abajo. Las especies animales y vegetales son interdependientes.
  • Para asegurarnos una mayor riqueza genética. Cuantas más especies pervivan en un ecosistema, de más variabilidad genética disponemos, algo tremendamente positivo para la naturaleza.
  • Porque los ecosistemas no sobrevivirían sin biodiversidad. Cada ecosistema se sustenta sobre un entramado de interacciones animales y vegetales que constituyen un delicado equilibrio. Romperlo es la puerta previa a la desaparición de aquel.
  • Nos hace avanzar. A menudo, el hombre, en sus investigaciones científicas, encuentra una proteína, una sustancia, una mutación genética, etcétera, en animales o plantas que tiene una aplicación práctica para la sociedad. Desde estudios de enfermedades hasta nuevos fármacos. Mantener la diversidad biológica también hace evolucionar, y mucho, el mundo de los seres humanos.