En términos de seguridad, la biometría ha supuesto una revolución. Aunque la biometría existe desde hace siglos, la tecnología biométrica solo tiene unos pocos años. Y lo cierto es que no deja de avanzar. ¿Sabes qué es exactamente, qué usos tiene y cuántos tipos de barreras biométricas hay?

¿Qué es la biometría?

La palabra «biometría» viene del griego bios, que significa ‘vida’, y metros, ‘medida’. Es una toma de medidas de los seres vivos o de alguno de sus procesos biológicos. Trasladado a la tecnología actual, aún en proceso de desarrollo y mejora, es el conjunto de sistemas utilizados para la identificación de una persona de manera inequívoca, y basándose en una serie de patrones irrepetibles, ya sea que en forma de rasgos físicos o patrones de comportamiento.

En términos de seguridad se trata de una tecnología con un potencial extraordinario. Un sensor biométrico convierte los rasgos de una persona en señales eléctricas para que dicha persona franquee una barrera (física o virtual) sin temor a que la estén suplantando. Más adelante veremos qué tipo de rasgos o conductas miden estos sensores.

¿Por qué es tan importante la biometría?

Hoy en día, los datos son esenciales para infinidad de objetivos, incluyendo la seguridad. También se han convertido en un jugoso botín con el que traficar, por lo que es importante poner cuantas barreras podamos a la posibilidad de que nos los roben. Las contraseñas, en ciertos entornos, pueden no ser lo suficientemente seguras. Pero nuestros patrones físicos y conductuales no se pueden clonar: de ahí la importancia de que esta tecnología exprima todo su potencial.

Para qué sirve la biometría

La biometría sirve para identificar a la persona sin posibilidades de confundirla con otras. Ya se utilizaba en Oriente desde hace siglos, aunque la implementación de esta técnica no llegó a Occidente hasta el XIX. El reconocimiento a través de las huellas digitales se popularizó en criminología a partir de entonces, y hoy todos tenemos nuestra huella impresa en el documento de identidad.

Estos son los principales usos (presentes y futuros) de la tecnología biométrica:

  • Control físico de acceso a lugares críticos (por poseer información o productos de especial protección).
  • Para acceder a una determinada información (como la aplicación bancaria que tenemos en el móvil).
  • Con el fin de acceder a fuentes de recursos seguras y blindadas al resto de la gente.
  • Para fichar en el trabajo.
  • Como método de pago.

Pero la biometría aún tiene que explorar nuevos territorios, que a su vez crearán nuevos usos.

Tipos de sensores biométricos

A partir de aquí, se han ido desarrollando distintos tipos de sensores biométricos. Estos son algunos de los que se han ido implementando en los últimos años:

  • Reconocimiento del rostro. Esta tecnología está disponible, por ejemplo, en algunos móviles de alta gama, que lo utilizan para desbloquear el terminal. El último paso ha sido el reconocimiento del rostro en 3D, ya que el 2D podía ser fácilmente vulnerada (colocando ante el móvil una fotografía en lugar del verdadero rostro).
  • Iris de los ojos. Al igual que las huellas dactilares, el iris tiene un patrón irrepetible que se puede descodificar mediante infrarrojos.
  • Reconocimiento de la huella dactilar. El más conocido, aunque también se han detectado formas de vulnerarlo.
  • Árbol vascular. La biometría vascular consiste en extraer un patrón biométrico no de la huella dactilar, sino del árbol de venitas que hay en el dedo. Dicho patrón es más fiable: de hecho, se suele utilizar en entornos de máxima seguridad.
  • Reconocimiento de firma.
  • Reconocimiento de voz.
  • Frecuencia cardiaca.