¿Qué son exactamente los rayos UV o ultravioleta? Hemos oído hablar de ellos en innumerables ocasiones. A menudo, seguro, con una connotación negativa. Sin embargo, este tipo de radiación, que asociamos normalmente al bronceado (con todo lo que esto tiene de nocivo), cuenta con innumerables aplicaciones en diversos campos científicos.
¿Qué es la luz ultravioleta?
Si nos fijamos en el espectro lumínico visible, el rango arranca en el violeta y termina en el rojo. Es mucho más fácil de visualizar si imaginamos un arcoíris, que tiene un rango de colores con el violeta en un extremo y el rojo en el otro.
Es decir, antes del violeta y después del rojo, la radiación tiene una longitud de onda imperceptible para el ojo humano. La radiación que arranca donde dejamos de percibir el color violeta es lo que conocemos como luz ultravioleta.
Algunos de estos rayos ultravioleta (los A y los B) nos son mucho más conocidos, ya que los relacionamos con el proceso de bronceado, que conlleva el envejecimiento de la piel, las quemaduras y otras enfermedades más graves. Sin embargo, se utilizan en distintos sectores con evidentes beneficios.
Usos de los rayos UV
Podríamos dividir los usos de los rayos UV en tres subgrupos: médicos, estéticos y científicos.
Usos médicos
Hay una enfermedad relativamente común entre los recién nacidos llamada ictericia. Esta radiación UV se aplica en los hospitales maternos para descomponer la bilirrubina que a los bebés les puede costar eliminar y que les da un tono amarillento a la piel. También se utilizan para otras afecciones de la piel, como el vitíligo o la psoriasis, por ejemplo.
Usos científicos
La luz UV es un potente germicida, por lo que hay empresas que la utilizan para potabilizar el agua. El motivo es que hay algunos patógenos que resisten el cloro (el germicida más común), pero que son sensibles a esta radiación.
Este uso bactericida se aplica también en el ámbito de la alimentación y se utilizan para esterilizar productos comestibles. También, y con el mismo fin, se usa en odontología.
Algunos cultivos que no tienen las condiciones lumínicas adecuadas también pueden beneficiarse de la radiación ultravioleta. Esta simula algunas de las características de la luz solar que las plantas necesitan para hacer la fotosíntesis, algo fundamental en zonas donde las condiciones ambientales no son las óptimas para los cultivos.
Usos estéticos
Las lámparas de luz ultravioleta se utilizan en centros estéticos para el secado de ciertos barnices que se aplican a las uñas. También es habitual que la tengan en bares u otro tipo de espacios lúdicos, ya que con ella se resaltan algunos colores. Este mismo tipo de luz, y con idéntico fin, se utiliza a veces en el arte contemporáneo.
Otros usos de los rayos UV-A
Dentro de la radiación ultravioleta hay otras subdivisiones según su longitud de onda. Las A (las de onda más larga) tienen usos muy comunes. Por ejemplo, para detectar billetes falsos.
Ese mismo sistema se utiliza en la mayoría de departamentos de investigación. Gracias a esta radiación se pueden detectar rastros de sangre, huellas y otros tipos de restos humanos.