Los niños corren, saltan y juegan sin las precauciones propias de un adulto. Es normal, están creciendo y necesitan dar rienda suelta a toda su energía. Por eso resulta tan importante que los padres (y no solo padres, sino cualquier persona con niños en su entorno tales como tíos, abuelos, etc.) conozcamos las técnicas elementales de primeros auxilios para niños de forma que estemos perfectamente capacitados para evitar un suceso dramático.

Supongamos que estamos pasando un sábado maravilloso en el parque, donde nuestros hijos juegan y se divierten sin pensar mucho en las consecuencias de sus actos. Cuanto más arriesgado, más atractivo. ¿Hay un columpio de tres metros de altura? ¡Mejor que si solamente es de dos metros! Obviamente, estaremos atentos en todo momento, pero asumámoslo como primera medida de prevención: no somos ni podemos pretender ser omnipresentes.

Las necesidades de primeros auxilios para niños pueden ser de muchos tipos, siendo las leves aquellas con las que más frecuentemente nos encontraremos. Pero incluso para un golpe leve en una rodilla debemos saber qué es lo más conveniente: ¿aplicamos agua fría sobre la piel o esto no será suficiente? ¿Necesitaremos aplicar hielo sobre la zona afectada? ¿Durante cuánto tiempo es suficiente aplicarlo para que haga su efecto?

Y estas son solo algunas de las cuestiones que eventualmente pueden llegar a amontonarse en tu cabeza en una situación fortuita de accidente en el parque. Si a los nervios del momento le sumamos la multitud arremolinándose alrededor, nuestro pequeño cada vez más nervioso y una rodilla cada vez más inflamada, la situación puede convertirse en una pesadilla.

Por eso resulta tan recomendable inscribirse a un curso de primeros auxilios para niños de forma que, después de superar la formación teórica y práctica correspondiente, te sientas con la seguridad suficiente para responder a cualquier situación inesperada que pueda tener lugar con los niños como protagonistas.

VENTAJAS DE UN CURSO DE PRIMEROS AUXILIOS PARA NIÑOS

Un curso de primeros auxilios para niños guarda muchas similitudes con el mismo tipo de cursos que haríamos en su versión para adultos. Pero, dejando a un lado los puntos en común, es necesario conocer las diferencias entre tratar a un adulto y tratar a un bebé de un año o a un niño de ocho años.

¿Qué beneficios tiene, por lo tanto, recibir formación específica de primeros auxilios para niños?

  1. Conocer las bases de los primeros auxilios

Este es el primer beneficio de formar parte de un curso de primeros auxilios para niños. Como hemos comentado, la programación habitual en este tipo de cursos enseña protocolos que sirven tanto para niños como para adultos. De esta forma, como poco tendrás una formación general que te permitirá responder ante accidentes de unos o de otros.

  1. Aprender las bases teóricas antes de pasar a la práctica

Un buen curso de primeros auxilios para niños incluirá, en primer lugar, un apartado de formación teórica que te permitirá entender y asimilar todo el amplio abanico de circunstancias que contempla el manual de primeros auxilios: atragantamientos con cuerpos extraños, hemorragias, quemaduras, heridas, traumatismos e intoxicaciones.

Pero si bien estas incidencias son comunes también en adultos, un curso de primeros auxilios para niños te dará la formación necesaria en referencia a otras incidencias más habituales en los más pequeños: convulsiones febriles -algo que afecta hasta un 5% de los niños-, enfriamientos, reacciones alérgicas y otro tipo de afecciones que, con mayor o menor medida, pueden padecer los niños.

  1. Ponerlo todo en práctica en una sesión presencial

En último lugar, todo curso de primeros auxilios para niños que se precie deberá incluir al menos una jornada de formación práctica en la que poner a prueba tus conocimientos teóricos. Con la inestimable colaboración de los maniquís de primeros auxilios -o de tus propios compañeros presentes en la formación presencial-, irás poniéndote a prueba en los distintos escenarios que pueden tener lugar en caso de darse una situación de peligro potencial.

Principalmente para los padres y madres que se hacen cargo de sus hijos, pero también para aquellas personas que tienen relación con éstos, superar un curso de primeros auxilios para niños puede ser la diferencia entre un susto y un problema mucho mayor.