Según la FAO, 492 millones de personas en el mundo dependen de la industria pesquera. Se hace imprescindible, en un mundo que cada vez es más sostenible, promover prácticas respetuosas con el planeta. No en vano, la propia organización declaró este 2022 como Año Internacional de la Pesca y Acuicultura Artesanales. Y es que el 90 por ciento de los pescadores viven de la pesca artesanal.
Hambre cero, producción y consumo responsables, vida submarina… Estos y otros objetivos de desarrollo sostenible atraviesan el estado actual de la pesca. ¿A qué retos se enfrenta este sector económico? Os lo contamos:
El agotamiento de los recursos
Uno de los grandes problemas de la industria pesquera es que los fondos marinos se están vaciando. Y lo hacen por numerosos motivos: ciertas técnicas de pesca han arrasado con numerosas especies y ciertos ecosistemas marinos son altamente vulnerables. La propia UE ha vetado la pesca de fondo en el Atlántico Nororiental, debido a que numerosas especies van desapareciendo y no da tiempo a que se reproduzcan y maduren. El pescado es fundamental en una dieta equilibrada ya que contiene variedad de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Sin embargo, este producto vital, comienza a ser un bien escaso en el mercado.
Estado de los océanos
La contaminación de los mares, representada por el vertido de plásticos (pero también de combustible, productos nocivos, etc.), es otro de los grandes desafíos de la industria pesquera. La propia Agenda 2030 destaca especialmente la necesidad de evitar la contaminación y acidificación de los océanos que están acabando con la vida en el mar.
El cambio climático
Junto a los dos puntos anteriores podríamos situar este otro. La subida de las temperaturas en los mares provoca la desaparición de algunas especies. Es importante saber que los océanos son los encargados de absorber el 90% de exceso de calor en el planeta, y que debido a esto, pagan un alto precio por ello.
El precio de la cesta de la compra
La inflación a la que estamos sometidos ha incidido, cómo no, en los alimentos. El pescado también ha sufrido una fuerte subida, y productos como por ejemplo la merluza, se han puesto a precios desorbitados. La sostenibilidad de la industria pesquera pasa también por revertir esta subida de precios y que el pescado llegue a todas las mesas.
Reconocimiento de los trabajadores de la industria pesquera
La FAO destaca en este año de la pesca artesanal la labor encomiable de los pescadores de este segmento de la industria para poder acometer una labor transformadora: ellos representan el grueso del sector y gracias a ellos la pesca puede ser cada vez más sostenible y ecológica.
Necesidad de aplicar recursos tecnológicos
Al igual que sucede con la tecnología al servicio del campo, urge aplicarla también a la industria pesquera. Aplicaciones móviles que mejoren la gestión y los procedimientos de la pesca, dispositivos portátiles para monitorizar y emitir informes electrónicos y un largo etcétera se encuentran dentro de los objetivos a corto plazo en este sector industrial. El objetivo: ser más competitivos, mayor seguridad en el sector y también la dinamización de esta actividad.