Ser emprendedor cuenta cada vez con más retos, pero también con más oportunidades. La tecnología y la sostenibilidad son dos conceptos que afectan también a las empresas del futuro. ¿Cuáles son esas tendencias empresariales que marcarán el devenir del sector?
Tendencias de las empresas del futuro
Transformación digital
No es casual que gobiernos y organizaciones del mundo occidental se empeñen en este punto. La digitalización empresarial es un imperativo presente que, sin lugar a dudas, liderará el camino hacia el futuro. En unos años, todas ellas tendrán presencia en redes sociales e Internet, y podrán actuar en ese entorno al igual o mejor que en el analógico.
Implementarán tecnologías que hoy comienzan a desarrollarse
Las empresas del futuro necesitarán contar con herramientas tecnológicas que, aunque recién están surgiendo, están evolucionando a un ritmo acelerado y estarán disponibles en poco tiempo. Por ejemplo, en la actualidad, solo un 8% de las empresas cuentan con chatbots, tal como se indica en el informe de Uso de tecnologías digitales por empresas 2022, pero poco a poco estos pequeños programas de conversación con el cliente se popularizarán.
Machine learning, big data, ChatGPT, algoritmos, datos en la nube, analíticas generadas por software… Todas estas herramientas se van a ir incorporando a las empresas, sea cual sea su tamaño.
Sostenibilidad
Este concepto apareció en nuestras vidas hace unos años y parece que para siempre. Los recursos del planeta son limitados, y el empeño de cualquier corporación en obtener beneficios tiene que llevar implícito el compromiso de no despilfarrar. Indicar lo que se hace en este sentido es también una tendencia de las empresas del presente y lo será de las empresas del futuro. Reciclar, gestionar los recursos adecuadamente, ajustarse a las normas…, son parte de una política empresarial que debe caminar siempre por esa línea.
Ética
Muy asociado al concepto anterior, la ética empresarial cada vez va a cobrar más importancia y definirla en términos de qué líneas rojas no debe cruzar es importantísimo para la imagen que ofrece al exterior. Por ejemplo, que los beneficios no estén por encima de ciertos valores sociales a los que se haya comprometido con anterioridad. Esto no solo va a atraer talento más especializado, sino que generará una confianza adicional en los clientes. Las empresas textiles ya trabajan en ese sentido.
Menor presencialidad
Las tecnologías de la información y la comunicación nos permiten trabajar en remoto, como hemos podido comprobar durante la pandemia por COVID. Esto ha hecho que ciertos modelos de trabajo se hayan implementado más rápidamente de lo esperado.
Formación constante
La velocidad a la que cambia la realidad hace esencial la formación constante de todos los equipos profesionales. Webinars, seminarios y, en definitiva, formaciones de todo tipo, serán cada vez más parte de la actividad empresarial para que quienes trabajan en esas corporaciones sigan siendo perfectamente competentes en su área.
Equipos multidisciplinares y responsabilidad compartida
Si antes era más habitual que cada trabajador se ocupara de varias cosas y muchos de ellos compartieran competencias aun siendo de distintos departamentos, la especialización se impone en las empresas del futuro. También será habitual que, dentro de un mismo equipo, dos profesionales de perfiles similares desempeñen tareas diferentes por tener maneras distintas de enfocar esa tarea. Del mismo modo, éxitos y fracasos se atribuirán al equipo al completo y no a una sola persona.