La nube como camino hacia la sostenibilidad digital

El cloud computing o, como lo conocemos coloquialmente, la nube, no solo es una tecnología transformadora en el mundo TIC y en el ámbito empresarial en general. También es una opción medioambientalmente interesante. Trabajar en la nube está alineado con los objetivos de sostenibilidad digital.

Sabemos que la contaminación digital está en boca de todos. La green tech no es solo una tendencia, sino que ha venido para quedarse. Veamos de qué manera logra la nube ser más sostenible que los servidores locales.

¿Por qué la nube es mejor en términos de sostenibilidad?

El primer punto es fácil de imaginar: si cada empresa contara con servidores locales, estos generarían un consumo energético determinado que implica una cantidad equis de emisiones a la atmósfera. Pero si un mismo servidor externo está proporcionando servicios a un gran número de empresas, esos recursos se están optimizando y esas emisiones, en consecuencia, se están reduciendo.

El otro tiene más que ver con la responsabilidad corporativa de las grandes empresas que ofrecen estos servicios. Grandes corporaciones como Google Cloud están tomando medidas para que sus servidores sean cada vez más eficientes en términos medioambientales.

Disminuye los desechos electrónicos. Sin servidores locales estamos dejando de tirar una cantidad considerable de chatarra electrónica. En consecuencia, también se reduce su producción.

Medidas que se están implementando

Por tanto, un empresario necesita saber qué tipos de medidas se están poniendo en práctica entre los grandes proveedores de servicios en la nube:

  • Uso de energías renovables (solar, eólica, mareomotriz…) para suplir la demanda energética que requieren este tipo de sistemas.
  • Ubicación eficiente de los espacios en los que se alojan los servidores. Como sabemos, uno de los grandes retos de este tipo de tecnologías es el enfriamiento, ya que un sobrecalentamiento puede redundar en fallos o apagado de los servidores. Se busca, pues, cómo reducir el coste energético de los sistemas de aire acondicionado con estrategias como el free cooling, es decir, el enfriamiento gratuito aprovechando las temperaturas exteriores, o la refrigeración líquida o por inmersión.
  • Diseño de los espacios en los que se ubican los servidores. En línea con lo anterior, la estructura que los aloja estará arquitectónicamente diseñada para que el calentamiento se reduzca al máximo y la eficiencia energética sea óptima.