El 28 de enero de 1981 se firmó el Convenio 108 del Consejo Europeo. En él se velaba por la protección de datos personales, ya que hasta entonces el tratamiento automatizado de los mismos hacía que se cometieran intromisiones importantes. Hoy cabe señalar, en primer lugar, que Europa es el lugar del mundo donde mejor se protegen estos datos. Vamos a ver qué son, por qué es importante protegerlos y qué normativa hay al respecto, así como consejos para los usuarios.

¿Qué son los datos personales?

Desde nuestro DNI hasta fotos o vídeos que intercambiamos, domicilio, teléfono, geolocalización, IP, identificador de cookies, datos bancarios y/o biométricos, etcétera. Es decir, todos aquellos que puedan guiar a alguien hasta nosotros.

Por qué es esencial la protección de datos personales (sobre todo en internet)

Porque se pueden utilizar con fines perversos

Como veremos más adelante en el escándalo entre Facebook y Cambridge Analytica, la protección de datos personales es fundamental para que, en el caso de que una empresa quisiera traficar con nuestros datos con fines perversos, dicha empresa pague en consecuencia. En este sentido, la normativa europea y española son muy estrictas y garantizan que los derechos del ciudadano están por encima de los gigantes tecnológicos.

Porque tenemos derecho a proteger nuestra privacidad y nuestra intimidad frente a terceros

Cuando hablamos de datos personales también nos referimos a aquellos que intercambiamos con determinadas páginas web y en los que damos información personal como nuestras preferencias políticas, nuestras creencias religiosas o nuestra orientación sexual. Imaginemos que esa información, que es absolutamente privada, cae en manos de una empresa que nos quiere contratar y accede a nuestra privacidad. La protección de datos personales también asegura este aspecto.

Para plantar cara a los estafadores o los ciberdelincuentes

Otro de los motivos por los que es vital la protección de datos personales es para evitar que los mismos acaben en manos de cibercriminales que trafiquen con ellos o hackeen webs que los almacenan. 

El caso Cambridge Analytica

Una de las maneras más gráficas de ver por qué es tan importante la protección de datos personales está en este suceso que conmovió Estados Unidos. Cambridge Analytica, una empresa de minería de datos, creó una aplicación para que los usuarios de Facebook respondieran a preguntas aparentemente inocentes. La aplicación logró recabar datos personales de 87 millones de perfiles sin su consentimiento. Con esa información, Cambridge Analytica, que terminó quebrando, logró influir en las elecciones presidenciales de 2016. La multa impuesta a Facebook fue de 5.000 millones de dólares por no proteger los datos de sus usuarios.

La normativa española sobre protección de datos personales

Aquello abrió los ojos también a la Unión Europea, que garantiza los derechos de sus ciudadanos mediante el RGPD (Reglamento General de Protección de Datos). Este reglamento derogó en parte la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos). La LOPD se ha adaptado a la normativa europea para incorporar todas las novedades en torno al nuevo contexto digital en el que vivimos.

El espíritu es el mismo: garantizar que los ciudadanos no vean vulnerado su derecho a la protección de sus datos personales. Las sanciones más graves pueden ascender a 600.o00 euros. La Agencia Española de Protección de Datos es el organismo encargado de velar por el cumplimiento de la ley.

Consejos para proteger nuestros datos personales

Sabemos que la ley nos ampara y que tenemos, antes las empresas que cuentan con datos nuestros, el derecho de rectificación, modificación, actualización o eliminación de los mismos siempre. Pero es esencial que tengamos ciertas precauciones:

  • Busca contraseñas seguras.
  • No hagas clic en sitios desconocidos.
  • No respondas a mensajes o correos cuyo origen no conoces.
  • Elige navegar en modo incógnito: no guardará tus contraseñas, pero tampoco dejará rastro.
  • Utiliza antivirus que detecten posibles intrusiones en tus dispositivos.
  • No dejes datos personales en webs que no tengan una utilidad clara, transparente y concreta.
  • No descargues aplicaciones de lugares no oficiales.
  • Lee los permisos y rechaza las cookies.