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Economía de impacto: las bases de este enfoque empresarial

Colleagues using technology in the office

En un contexto social que aboga por la circularidad, la sostenibilidad o el liderazgo responsable, surgen nuevos enfoques empresariales. Uno de ellos, transversal a todos estos conceptos mencionados, es el de la economía de impacto. ¿Puede una empresa ser sostenible y rentable? Puede y debe. Estos son algunos de los pilares en los que se asienta.

Caminar hacia la economía de impacto, un reto que hay que acometer

Solo en España, casi la mitad de los residuos generados no se reciclan. Si tenemos en cuenta que, según datos del INE de 2020 (que deben de ser muy similares a los actuales), casi el 80% de los mismos proceden de la actividad económica, la economía de impacto ha de ser un camino que, más tarde o más temprano, debe transitarse.

En la economía de impacto lo que se persigue es, en paralelo a la consecución de beneficios y rentabilidad económicos, la generación de un impacto medioambiental positivo. En el mismo plano. Esto es, no pesa más la rentabilidad que la sostenibilidad porque no pueden darse la una sin la otra.

Una empresa instalada en la economía de impacto lo puede hacer reduciendo costes energéticos, emitiendo menos CO2, reciclando, generando nuevos productos a partir de residuos, etcétera. Ese es su gran valor.

Características de este enfoque

Beneficios de aplicar este tipo de economía

Dicen los gurús que defienden este enfoque empresarial que en algún momento la economía de impacto dejará de llamarse así porque toda la actividad empresarial se hará bajo esta premisa. Pero conviene recordar algunos de sus beneficios:

Retos de la economía de impacto