El agua dulce apta para el consumo es uno de los recursos más preciados y escasos en el planeta, de ahí la importancia de concienciarse de la necesidad de seguir unas buenas prácticas para el ahorro del agua en nuestras actividades cotidianas. Siendo responsabilidad de todos aprender sobre la conservación del agua, tanto para nuestro día a día como para las generaciones futuras, en este artículo te traemos una selección de consejos para que puedas ahorrar agua en una de las actividades que mayor impactan sobre su disponibilidad: así puedes ahorrar agua en la ducha y ser con ello un poco más sostenible.

LOS EFECTOS DEL CONSUMO RESPONSABLE DE AGUA

Según recoge el XVI Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2020, los esfuerzos por concienciar a la población alrededor de un buen uso del agua tienen unos efectos muy positivos en los recursos disponibles de este bien, tan preciado al tiempo que escaso.

Tanto es así que el consumo medio de agua en los hogares españoles ha pasado de los 132 litros a los 128 litros por habitante y día. Pero, aunque estos datos sean esperanzadores, todavía es necesario ser más comedidos en lo que al consumo de agua a nivel doméstico se refiere.

Según el informe publicado por la Fundación Aquae nacida con la misión de fomentar la sostenibilidad y la difusión del conocimiento, hasta dos terceras partes del agua consumida en los hogares se utiliza en el baño. Para más datos, el estudio puntualiza que cada descarga de un inodoro consume entre 7.5 y 26.5 litros de agua, ¡muchísimo, si lo piensas por un momento!

El consumo de agua cuando nos duchamos

Por otra parte, una ducha de apenas cinco minutos supone un gasto de entre 95 y 190 litros de agua, una cifra realmente elevada para lo que podemos permitirnos los millones de habitantes del país. Aunque en muchas ocasiones el cuerpo nos pida relajarnos con una larga ducha, esta debe ser la excepción a la norma.

Aparte, hay muchas otras actividades cotidianas que también suman multitud de litros adicionales a nuestro consumo habitual de agua. Por ejemplo, lavar la ropa (entre 60-100 litros), limpiar la vajilla a mano (unos 100 litros) o lavarnos los dientes (con 1,5 litros siempre que cerremos el grifo mientras no haga falta el agua). Y estos son solamente tres ejemplos de los muchos que hay en nuestro día a día (cocinar, lavarnos las manos, regar las plantas, beber…). La lista de actividades con el agua como principal protagonista es infinita.

En particular, el consumo de agua en el baño supone alrededor del 73% de nuestro consumo diario. Siendo así, resulta importante poner el foco en reducir nuestro consumo de agua en aquellas actividades en este entorno como, por ejemplo, a la hora ducharnos.

CONSEJOS PARA AHORRAR AGUA EN LA DUCHA

Como hemos visto previamente, el consumo de agua sigue siendo muy elevado si sumamos todas las actividades que así lo requieren. Y con las reservas de agua llegando a sus límites con cada vez más frecuencia (actualmente están a un 60,9% de su capacidad total), resulta esencial que pongamos todos los medios a nuestro alcance para reducir su consumo.

Dicho esto, ¿cómo podemos ahorrar agua en la ducha

Por ejemplo, resulta de gran ayuda:

  • Optar siempre por la ducha en lugar del baño, cuyo consumo estimado de agua es hasta un 50% menor. Si optamos por una ducha breve no superior a los cinco minutos, podremos ahorrar la nada desdeñable cifra de 3.500 litros de agua al mes, según apunta la Fundación Aquae.
  • Cerrar el grifo cuando no resulte indispensable: el simple hábito de cortar la salida de agua en la ducha mientras nos enjabonamos puede reducir el consumo mensual de agua de manera muy significativa.
  • Usar limitadores de presión en la ducha, muchos de los cuales permiten ahorrar hasta un 70% del agua consumida. Tal vez no disfrutemos de la presión de las Cataratas del Niágara, pero podremos sentirnos satisfechos al estar reduciendo con ello el gasto innecesario de agua.
  • Si tienes un cubo siempre a mano, aprovecha para recoger el agua que vaya saliendo hasta llegar a la temperatura adecuada. De esta forma, tendrás una reserva de agua para regar las plantas, fregar el suelo o dar de beber a tu mascota.

En resumen, el agua es de esos bienes que no echamos de menos hasta que dejamos de poder disfrutarlos. Para no tener que llegar a esta situación, empieza a poner en práctica estos consejos para ahorrar agua en la ducha y estarás poniendo tu granito de arena por la conservación de este preciado -y escaso- regalo.