Buscar nuevos materiales que dejen la menor huella de carbono posible es el gran reto de los científicos en la actualidad. Y lo cierto es que, fruto de la investigación, van surgiendo opciones que quizá en el medio plazo se confirmen como alternativas a otras sustancias más contaminantes. Lo vimos con la madera transparente, que podría sustituir al vidrio de las ventanas. El último hallazgo se encuentra en el entorno de los llamados bioplásticos: se ha creado en España y podríamos estar a las puertas de un material sostenible y biodegradable.

¿Qué es exactamente el plástico sostenible?

Se trata de un material muy similar al plástico convencional; pero a diferencia de aquel, se trata de un bioplástico elaborado a partir de las podas de olivo (es decir, de las ramas y hojas de este árbol).

Las características de este plástico sostenible lo hacen apto para el envasado de alimentos, por ejemplo. Una espectacular noticia si tenemos en cuenta la necesidad de reducir el consumo de este material contaminante.

¿Quiénes lo han creado?

Se trata de una investigación conjunta de científicos de la Universidad de Jaén y de la Fundación Andaltec, un centro tecnológico del plástico permanentemente implicado en innovar al respecto.

El plástico sostenible o bioplástico logrado es el resultado de años de desarrollo, donde finalmente han logrado simplificar el proceso y optimizar los tiempos de fabricación. Este es un punto muy importante, ya que a la sostenibilidad medioambiental debe ir aparejada la económica. El hecho de haber reducido tiempos y procesos lo hace realmente viable.

¿Cuál es su proceso de creación?

La materia prima es la celulosa. Este componente, que conocemos ya en materiales como el papel o el cartón, es el que aporta resistencia a las paredes celulares de las plantas. La poda de olivo, en primer lugar, se depura con ayuda de una solución ácida; de ahí se extraen los componentes de la celulosa necesarios (una especie de pulpa amarillenta, al parecer).

Después, se terminan de eliminar los compuestos no celulósicos mediante un proceso llamado hidrólisis alcalina. Tras este proceso la celulosa reacciona en un medio ácido mediante un compuesto llamado anhídrido acético. Dicha reacción se llama acetilación. Así se obtiene acetato de celulosa, que es celulosa al 95% de su composición, es una base blanca y se ha tratado con agua oxigenada.

¿Qué usos se prevé que tenga?

A partir de este momento, se dispone de un material que se puede someter a los mismos procesos que los polímeros que forman el plástico convencional (extrusión, inyección…), y obtener láminas, tubos, etcétera. Los investigadores indican que también puede ser utilizado en la producción de fibras textiles, moldearse en películas para recubrir o embalar (lo que sería idóneo para los alimentos), etcétera.

En qué punto se encuentra el proceso

En estos momentos se trabaja en perfeccionar el producto. El bioplástico surgido tiene estabilidad térmica, por lo que es perfecto para fabricar film transparente que recubra alimentos. Pero ahora se están incorporando aditivos que le permitan ser apto para otros usos: es decir, hay que lograr versiones más flexibles y resistentes. También se trabaja en el color.

Una oportunidad de negocio en el ámbito nacional

Recordemos que el material del que procede este bioplástico es la poda de los olivos. Es decir, que cada año se generan toneladas de este residuo de la agricultura que podría reaprovecharse para fabricarlo. Hasta ahora, los subproductos de la poda se utilizaban principalmente como biomasa o para compostaje.

De facilitarse su fabricación, estaríamos hablando no solo de sostenibilidad, sino también de economía, precisamente en una zona (Jaén) cuyo terreno cultivable es en su inmensa mayoría olivares.

Y mientras, en California…

Mientras tanto, en la Universidad de California y casi al mismo tiempo se ha elaborado otro plástico sostenible: se trata de un termoplástico al que han incorporado bacterias que se alimentan de él, lo que lo convierte en un material biodegradable que se degrada rápidamente en contacto con el suelo y la humedad.