Los anti-inhibidores de frecuencia son unos dispositivos exclusivos de las alarmas de Securitas Direct que empezaron a utilizarse en 2015.
El desarrollo de esta función se convirtió casi en una necesidad, porque se empezó a comprobar que los ladrones cada vez tenían un acceso más fácil a los inhibidores de frecuencia, es decir, a unos aparatos que inhiben la señal GSM convencional.
Un inhibidor deja sin conexión a los teléfonos móviles y a todos los equipos de telecomunicaciones que funcionan con una tarjeta SIM, como es el caso de las alarmas inalámbricas. Estos dispositivos son ilegales, pero la realidad es que no es difícil conseguir uno, y su precio es perfectamente asequible, algunos se venden por menos de 100 euros.
¿Y cómo funcionan los antiinhibidores de frecuencia?
Lo que hizo Securitas Direct fue desplegar una red de telecomunicaciones alternativa a la red GSM convencional. Se trata de una red propietaria, es decir, que dentro del sector de las alarmas, la única compañía que puede hacer uso de ella es Securitas Direct. Esta red utiliza tecnología de banda ultraestrecha (UNB – Ultra Narrow Band) para transmitir, y la característica es precisamente que esas ondas ultraestrechas no pueden inhibirse con un inhibidor convencional.
Cuando el equipo de seguridad de Securitas Direct detecta que la banda GSM convencional no transmite, entra en funcionamiento la red alternativa. A través de esta red UNB, los equipos siguen transmitiendo a la central receptora de alarma. Esta tecnología no permite enviar imagen y sonido, porque admite menos información, pero sí señales específicas con las que se puede verificar una intrusión en el inmueble y, por tanto, poner en marcha el protocolo de actuación en esos casos, que incluye la llamada a la policía.