El frigorífico es uno de los electrodomésticos que más usamos en nuestra cocina y, por tanto, no es raro que alguna que otra vez se nos estropee o tengamos algún problema. Y una de las incidencias más frecuentes con este aparato es la acumulación de agua. Cómo ocurre esto, las posibles causas, así como las soluciones para arreglarlas es lo que te descubriremos en este post para que sepas qué hacer cuando tu nevera pierde agua sin motivo aparente. 

¿Por qué mi nevera está perdiendo agua?

Una de las razones más comunes que hay detrás del hecho de que la nevera esté perdiendo agua tiene que ver con algo tan sencillo como que la puerta de la misma no cierra bien. Esto se traduce en que entra más aire caliente al interior del refrigerador y, como consecuencia, es cuando aparece una condensación de agua que puede llegar a resultar excesiva. Un problema que se agrava en verano sobre todo con la diferencia de temperatura entre el interior y el exterior.

Sin embargo, la condensación también puede hacer acto de presencia si has metido demasiada comida en tu frigorífico y esto ha hecho que se haya bloqueado la ventilación que regula tanto la temperatura como el nivel de humedad que debe tener una nevera. La solución en este caso pasa por poner orden en tu nevera retirando todo aquello que impide el flujo normal y natural de aire. 

Agujero de drenaje bloqueado: cómo identificarlo y repararlo

Otro problema tras el hecho de que tu nevera pierda agua: existe un bloqueo en el agujero de drenaje de este electrodoméstico. Más claro: la entrada al circuito que lleva el agua hacia la bandeja de evaporación o de goteo está obstruida y es importante limpiar este conducto. Si te fijas, todas las neveras al lado de la pared de atrás cuentan con un orificio; este es. Y el taponamiento del mismo muchas veces se debe a falta de limpieza que ha originado que se haya acumulado suciedad o restos de comida. 

De esta forma, el agua poco a poco se va acumulando ya que no se procede a su desagüe y aparecen charcos en el interior de la nevera, agua al fondo de la misma… Ahí tienes el problema, que se puede solucionar de manera sencilla (si es poca cosa) con un bastoncillo de agua húmedo (eso sí, antes de hacerlo acuérdate de apagar la nevera previamente). En cambio, si el bloqueo es más profundo hay que echar mano de un cable más largo para introducirlo y limpiarlo, usar una manguera de alta presión con agua muy caliente para eliminar ese bloqueo… o bien llamar a un servicio técnico de reparación de electrodomésticos.

Antes de nada y para prevenir esta causa que genera más y más agua en tu nevera, evita colocar comida cerca del orificio y de las paredes traseras del frigorífico. 

Problemas en la junta de la puerta: desgaste o mal ajuste

La junta de la puerta de la nevera también tiene algo que decir cuando hay una acumulación de líquido en tu nevera y sale el agua (cuando no debería ser así). Si la puerta no cierra bien o hay mucha humedad en el interior (como hemos visto antes), es importante revisar y reemplazar la junta, así como ajustar la puerta para que cierre correctamente y la nevera no pierda agua por ello. 

De la misma manera, si la puerta de la nevera no se ajusta correctamente, la acumulación de agua aparecerá también bajo los cajones inferiores del frigorífico (donde se suele poner la fruta y verdura). Esto mismo multiplica de igual manera la condensación de agua en la nevera. 

Desbordamiento de la bandeja de goteo

Otra causa (no tan frecuente) de aparición de agua excesiva en la nevera tiene que ver con que la bandeja de goteo (la verás en la parte baja del frigorífico) esté rota, tenga alguna grieta o se encuentre desbordada con una cantidad de agua importante que no se ha podido evaporar de forma natural con el calor que desprende el compresor del refrigerador. 

Si observas que hay agua bajo la nevera o en el suelo, es el momento de cambiar la bandeja por una nueva. 

Fallos en el termostato o sistema de refrigeración

El termostato de un frigorífico es el dispositivo que se ocupa de abrir o cerrar el paso de la corriente eléctrica al compresor en función de la temperatura que haya dentro de la nevera. De esta manera, controla la temperatura y, cuando detecta una variación anómala de los grados, se encarga de emitir una señal al compresor para que genere más frío o deje de hacerlo. 

Pero, si el termostato de una nevera no funciona bien es cuando se notan temperaturas dispares, demasiado hielo en la zona del congelador, la nevera enfría poco y los alimentos congelados no están como deberían o bien el frío es excesivo y hay escarcha sobre algunos alimentos. Si se identifica este problema, la solución pasa por un ajuste manual de la temperatura de la nevera o bien llamar a un profesional cuando el problema sea más grave y precise una solución más técnica. 

Cómo prevenir que tu nevera pierda agua en el futuro. 

Con el paso de los años y el uso, muchos de los electrodomésticos de casa empiezan a fallar irremediablemente. Eso es algo que no se puede evitar; pero lo que sí podemos hacer es llevar a cabo un mantenimiento regular de los mismos para que se alargue la vida útil de estos indispensables en toda cocina. 

En el caso de la nevera es importante que cada cierto tiempo hagamos una limpieza de su interior, observemos que no haya una obstrucción del desagüe de la misma, comprobemos que la junta y los ajustes de la puerta están en buen estado y se cierran completamente, además de revisar que la bandeja de deshielo no esté rota o desbordada con tal cantidad de agua que nos ponga en aviso de algún fallo. 

Buenas prácticas de uso diario

Las recomendaciones anteriores no es necesario hacerlas cada día, pero sí de vez en cuando. Lo que, sin embargo, sí podemos tener presente cada día (son gestos sencillos que no nos costará nada cumplir) es seguir una serie de buenas prácticas para cuidar nuestra nevera. 

Ordenar bien los alimentos, no sobrecargar los estantes y cajones y dejar que el aire circule libremente entre los recipientes (también para asegurar el buen estado de los alimentos) son algunos de ellos. Mantener en todo momento una temperatura adecuada tanto para la zona de la nevera como del congelador, así como evitar abrir la puerta innecesariamente o dejarla abierta durante mucho tiempo (es importante ser responsables en este sentido) también son consejos a tener presentes. 

Cuándo llamar a un profesional

Si ni por esas se ha solucionado el problema de una acumulación de humedad que hace que nuestra nevera pierda agua, lo mejor en este caso es llamar a un servicio de asistencia técnica que será el que mejor solución dará a problemas graves del electrodoméstico. Reparación que (en función del problema, profesional o la localidad) puede no bajar de los 150 euros en el menor de los casos en cuanto a averías comunes de la nevera. 

Es uno de los problemas más frecuentes de las neveras hasta tal punto de llegar a estropear unos alimentos que no se podrán comer e irán directos a la basura. Nos referimos al problema de acumulación de agua en los cajones, el fondo o el suelo del frigorífico. Si esto nos ocurre y vemos que el aparato empieza de un día para otro a perder agua es importante conocer las posibles causas que están detrás de esta avería (antes incluso de marcar el teléfono de un servicio de reparación profesional).