Todos hemos escuchado alguna vez hablar de la importancia de las abejas. Y, seguramente, todos tenemos claro a estas alturas que preservar el ecosistema es vital para la supervivencia del planeta. Pero, ¿por qué son tan importantes las abejas? Más allá de esta frase mil veces repetida, conviene recordar por qué lo son y hasta qué punto su desaparición podría suponer un grave problema para todos.
Qué está pasando con las abejas
En primer lugar, deberíamos comenzar por hacer una distinción entre tipos de abejas. Existen más de 20.000 especies diferentes, y no todas son igual de importantes en la polinización, principal motivo por el que es especialmente preocupante que se extingan.
Por una parte, están las abejas melíferas, que son las que permanecen en nuestro imaginario colectivo. Su principal misión es fabricar miel y cuentan con una abeja reina, zánganos y obreras.
Sin embargo, estas no son las principales responsables de la polinización. De hecho, las abejas melíferas son una parte pequeña de la población total de este animal. Las llamadas abejas silvestres no viven en colmenas ni hacen miel, pero sí se alimentan de plantas y muchas de ellas sí intervienen en el proceso de polinización.
¿Has oído hablar de que se extinguen? Bien, pues esto es cierto. Hay numerosos problemas que amenazan su supervivencia y, con ella, la de muchas especies vegetales. Por una parte, la agricultura intensiva ha deteriorado el hábitat de las abejas silvestres, que cada vez disponen de menos alimento. Por otra parte, el cambio climático, plagas, enfermedades y otros problemas están mermando la población de abejas.
La importancia de las abejas en la polinización
La polinización es, en esencia, la transferencia de polen de los órganos masculinos a los femeninos de las plantas. Este hecho es imprescindible para que las plantas de cualquier tipo se reproduzcan y proliferen.
Se calcula que el 90% de todas aquellas plantas angiospermas (es decir, las que tienen flor) necesitan ayuda polinizadora de alguna especie animal. Y es que no solo son las abejas las que contribuyen a esa polinización. Variedad de animales como insectos, mamíferos como los murciélagos, aves como los colibrís y los pequeños reptiles, también lo hacen.
Eso sí, las abejas, y de ahí su importancia, son los principales animales polinizadores. Como dato llamativo, el 80% de los cultivos se benefician de la polinización de una población de abejas del 2%. ¿Qué pasaría si esas abejas dejaran de existir?
- Afectaría muy seriamente a la producción agrícola mundial. Los cultivos hortofrutícolas que dependen de la polinización pueden alcanzar un valor anual que supera el medio billón de euros.
- Nuestra propia alimentación se vería seriamente resentida, ya que dispondríamos de muchas menos especies vegetales.
- Perderíamos prácticamente la totalidad de la fruta, que está estrechamente relacionada a los agentes polinizadores.
¿Se puede hacer algo para preservar la supervivencia de las abejas?
Aunque las principales medidas competen a la agricultura y a políticas medioambientales, tú también puedes hacer pequeños gestos por ellas:
- Planta especies autóctonas.
- Compra miel local en lugar de foránea.
- Si tienes césped, córtalo con menos frecuencia.
- Deja en algún lugar un cuenco con un poquito de agua para que puedan beber sin ahogarse.
¿Te interesa el tema? Hay numerosas webs, como la de la Fundación Amigos de las Abejas, donde puedes obtener más información.