La mitad de las mujeres españolas ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida. Es el resultado de la macro encuesta de violencia contra la mujer realizada con los datos recogidos durante el año 2019 por el Ministerio de Igualdad. Y ahora que se celebra el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es más necesario que nunca recordar estos datos.
Violencia contra la mujer incluye conceptos diferentes. Aunque a menudo pensamos en los titulares de los informativos y reducimos el problema a la violencia ejercida por una pareja, violencia física, psicológica o sexual… Hay muchos tipos de violencia: cualquier comportamiento de control y violencia emocional; violencia económica, de control de los recursos de las mujeres, también la violencia fuera de la pareja física o sexual, el acoso sexual, las miradas lascivas, el acoso reiterado…
El hecho es que muchas mujeres nos sentimos violentadas y en peligro. Y que esa violencia contra la mujer es estructural, ha sido y es utilizada como un instrumento de poder y dominio. Ante este contexto, las mujeres han elaborado estrategias de auto-protección. Es muy comentado el ritual de enviarnos whatsapps cuando llegamos a casa de manera segura; pero hay otras, como tener siempre batería en el móvil para estar localizable por el GPS, incluso se han desarrollado aplicaciones para intercambiar consejos sobre los recorridos urbanos más seguros. También existen servicios de asistencia como Guardián Verisure de Securitas Direct, que gracias a su localización por GPS permite solicitar ayuda desde cualquier lugar a través del móvil, dar aviso a emergencias e incluso alertar a tus familiares.
¿Cómo detectamos esa violencia?
Algunos indicadores son evidentes. Si un hombre trata a una mujer como inferior o estúpida, o nos desvaloriza a las mujeres en general, nos encontramos ante una agresión. Si se da en el seno de la pareja, que suele ser lo habitual, lo que esto va a provocar en la mujer es un deterioro de su autoestima, haciéndole mucho más dependiente, sobre todo emocionalmente.
Igual de preocupantes son las señales de control y dominio de la pareja, con amenazas y buscando el aislamiento de la mujer, prohibiéndole quedar con determinadas amistades; sobre todo aquellas que son críticas con el hombre. Un hombre celoso no quiere más que uno no celoso. ¡Cuánto daño ha hecho el mito del amor romántico! La posesividad y el control deberían encender todas las alarmas. Y se basa en una concepción del amor de pareja que debe ser modificada. La abnegación, el sacrifico, los celos no deben formar parte del amor, aunque se nos han inculcado desde siempre en novelas, películas y otros productos culturales e incluso en las relaciones sociales. Esto ha hecho a muchas mujeres dependientes emocionalmente y con un miedo irracional a la soledad. Y esta es la base de la eventual aceptación del abuso y la violencia.
La desigualdad: uno de los problemas estructurales
La relación de sumisión y dependencia de la mujer respecto al hombre, dependencia que puede ser de tipo, económica, física o emocional; otro de los problemas estructurales es la justificación de la violencia masculina. El sempiterno “es que ellas provocan” debería quedar erradicado de nuestro vocabulario. Los estereotipos sexuales y el rol que nos atribuyen sin consultarnos son el campo de cultivo de lo que luego es violencia. Los hombres violentos suelen actuar secretamente, niegan, culpan, confabulan, minimizan y no aceptan la responsabilidad de sus actos. Es necesario desenmascararlos.
Por suerte, avanzamos. Los cambios sociales de las últimas décadas respecto al papel de la mujer tanto en el ámbito privado como público, impulsan una relación más igualitaria entre hombre y mujer. Y han empezado a surgir los aliados, hombres que condenan la violencia machista. El paso definitivo es que todos seamos feministas, no solo las mujeres. Porque el feminismo lo que propugna es la igualdad de oportunidades de los dos géneros. Y hay una inmensa mayoría de hombres que quiere eso mismo para cualquiera.
Samanta Villar
Periodista, escritora, presentadora de televisión española y madre de mellizos. Conocida por sus programas de formato docu-reality, galardonada con un Antena de Plata, un Antena de Oro y el Ondas.