“La inmensa mayoría de la gente no ha perdido las ganas de viajar. Pero lo quieren hacer con seguridad”, afirma Francesc Escánez, director del grupo Atlántida Viajes. “Una de las principales preocupaciones es que haya destinos a los que no nos permitan la entrada por proceder de España, ya que se encuentra entre los países con mayor número de casos per cápita”. Otra es que nos pille un rebrote lejos de casa. Ante estos miedos naturales, muchos viajeros están apostando por el turismo interior. Es el caso de Virginia, que quería aprovechar las vacaciones para aprender surf en Fuerteventura. Sin embargo, la noticia de que un pasajero de un vuelo Madrid-Lanzarote había dado positivo por Covid-19 le hizo dar marcha atrás. “El problema no es solo el miedo contagiarse, que también, sino la cuarentena obligatoria de después. Y no estoy dispuesta a viajar para estar encerrada en el hotel dos semanas”, explica Virginia. El viajero del Madrid-Lanzarote resultó ser un falso positivo, pero tanto él como los pasajeros colindantes tuvieron que cumplir con el confinamiento hasta que obtuvieron los resultados. Además, para tu tranquilidad, debes saber que el aire dentro del avión “se renueva cada 3 minutos y los aviones están equipados con filtros HEPA que eliminan el 99,99% de los virus y bacterias del aire recirculado”, según Iberia. A pesar de todas estas medidas, Virginia ha optado por ir en tren a Tarifa, donde también hay tradición surfera. Para ello, irá en AVE desde Barcelona a Sevilla. En cuanto al aire dentro de los vagones, se renueva cada 7 minutos (ligeramente por encima de los 3 minutos de los aviones). Además, en el tren (así como en el avión), la disposición de asientos en una única dirección ayuda a evitar cualquier propagación, ya que se evita el cara a cara y los respaldos ejercen de barrera física. El problema es la distancia social. Ni en el avión ni en el tren se puede respetar, así que muchísimos viajeros están optando por el desplazamiento individual a lugares más cercanos. El coche podría ser el rey de estas vacaciones. Eso sí, hay que recordar que si los pasajeros no son del mismo núcleo familiar o conviven, deberán llevar igualmente la mascarilla, con multa de 100 euros si no se hace. “Una vez llegue a Sevilla, alquilaré un coche para ir hasta Tarifa”, cuenta Virginia. “Allí he reservado un alojamiento con posibilidad de cancelación gratis hasta un día antes, por lo que pueda pasar”. Transmitir confianza a los viajeros está siendo la prioridad de las empresas que se dedican al alojamiento turístico, tanto de las grandes como de las pequeñas. Madrid y Barcelona han empezado el verano con pocos hoteles abiertos y ocupaciones ínfimas, sobre el 10%. En cambio, el alojamiento rural este verano está muy buscado. Los entornos rurales, con menor densidad de habitantes y turistas, resultan muy atractivos a ojos del veraneante que busca seguridad. Lejos de las grandes urbes, negocios como Binatur (El Bierzo), que dispone de una decena de casas rurales y un albergue, se han adaptado a la “nueva normalidad” anteponiendo la seguridad. “Hemos reducido el aforo y pedimos una declaración responsable firmada a cada familia de no haber padecido síntomas compatibles con el Covid-19 en los últimos 14 días”, dice Maria José, que regenta el albergue junto a su pareja, Jorge. Sobre la posibilidad de que un usuario mienta en esa declaración, explica que tienen que confiar: “los días previos insistí mucho por whatsapp a todos los usuarios sobre los protocolos, que todo el mundo fuera consciente de que las vacaciones podían ser maravillosas o una auténtica pesadilla si alguien no se comportaba con responsabilidad”. A parte de la desinfección, el uso de mascarillas y la distancia, “realizamos tomas de temperatura a todos los usuarios en el desayuno y la cena y disponemos de 25 tests rápidos por si alguien tuviera síntomas”, cuenta María José. “Nosotros vivimos aquí con nuestro hijo Jorge, así que somos los primeros interesados en que no haya ningún riesgo”. Un espacio cerrado, unido a un gran número de personas y el contacto cercano y continuado contribuyen a la propagación del virus. Por eso, no es gratuito que se nos recomiende hacer reuniones de pocas personas y en espacios abiertos. Pero, sin duda, el mejor consejo es el más básico y el más repetido por expertos y administraciones: mascarilla, lavado de manos y distancia de seguridad. “Supongo que nos iremos acostumbrando poco a poco a llamarnos la atención entre nosotros, si no llevamos mascarilla”, dice Virginia. “Si le llamas la atención a alguien que no lleva mascarilla puedes quedar como una borde, pero en realidad el comportamiento irrespetuoso está siendo el de la persona que no lleva mascarilla o se acerca demasiado”. Y es que, con mascarilla y sentido común, podremos disfrutar de nuevo de un gran verano. Periodista, escritora, presentadora de televisión española y madre de mellizos. Conocida por sus programas de formato docu-reality, galardonada con un Antena de Plata, un Antena de Oro y el Ondas.A tener en cuenta si viajas en avión
A tener en cuenta si viajas en tren
La distancia entre pasajeros
El alojamiento
Responsabilidad es seguridad
Samanta Villar