El Internet de las Cosas ha pasado a ser una realidad cotidiana, lo que se traduce en más de 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet en el mundo. El Internet de las Cosas añade un nivel de inteligencia digital a los dispositivos, permitiéndoles comunicar datos en tiempo real y sin necesidad de seres humanos. De alguna manera es fusionar el mundo físico con el digital.
¿Qué es el Internet de las cosas?
Si hacemos una definición de Internet de las Cosas o IoT (por sus siglas en inglés, Internet of Things) podemos decir que estamos hablando de la interconexión de objetos cotidianos a través de Internet.
Este envío y recepción de datos, como función principal del IoT, tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas y ofrecer nuevas oportunidades en la seguridad del futuro, la educación, el transporte o la sanidad, entre otros sectores estratégicos.
¿Cómo funciona el Internet de las Cosas?
El término “Internet de las Cosas” se lo debemos a Kevin Ashton, la primera persona que lo utilizó en el Auto-ID Center del Massachusetts Institute of Technology (MIT), donde en aquel momento se investigaba sobre la radiofrecuencia en red.
Partiendo de la idea de que el Internet de las Cosas es una red de objetos conectados valiéndose de Internet, hay que tener en cuenta que dichos dispositivos inteligentes se valen de sistemas embebidos, o lo que es lo mismo, hardwares capacitados para asumir labores muy especializadas.
La clave del funcionamiento del IoT es la operación remota. Cada objeto conectado tiene una IP específica que puede recibir instrucciones, al tiempo que puede enviar los datos adquiridos contactando con un servidor externo.
Aplicaciones del IoT
Las aplicaciones del IoT son cada vez más amplias. A la hora de valorarlas, existe la posibilidad de categorizarlas en tres ramas de uso: consumidores, empresarial e infraestructura, aunque lo cierto es que cada día se incorporan nuevas aplicaciones, dando lugar a nuevos modelos de negocio.
- Aplicaciones de consumo: cada vez son más los dispositivos IoT creados para el consumo. Entre ellos podemos hablar de salud conectada, automóviles conectados, domótica en casa o electrodomésticos que utilizan Internet para permitir el seguimiento remoto de sus procesos, dentro del concepto de hogar inteligente.
- Aplicaciones empresariales: los dispositivos IoT creados para ser utilizados en un ambiente corporativo o de negocios no dejan de crecer, lo que ha permitido concederles incluso un nombre propio: IoT empresarial. El Internet de las Cosas puede aportar a una empresa, entre otros beneficios: ahorro con la reducción de costes gracias a la automatización de procesos, fidelización en relación con el servicio de atención al cliente, y branding, ya que refuerza el posicionamiento innovador de la empresa.
- Medios: los medios utilizan el Internet de las Cosas principalmente para monitorizar y estudiar los hábitos de los consumidores. A través de la segmentación por comportamiento se obtiene información de los consumidores que permite mostrarles publicidad relacionada con sus hábitos.
- Administración de la infraestructura: una aplicación clave del IoT es el seguimiento y control de operaciones de infraestructura, como puentes, parques eólicos o vías férreas.
- Control ambiental: permite acceder desde cualquier lugar a información de sensores atmosféricos, sísmicos y meteorológicos para su estudio, prevención y/o actuación.
- Agricultura: la agricultura inteligente permite a los agricultores aumentar la productividad con menos esfuerzo. Los productores pueden monitorear los campos de cultivo, automatizar el sistema de riego o saber la cantidad de fertilizante que se ha utilizado, entre otras funciones.
- Transporte: el Internet de las Cosas permite ofrecer soluciones a múltiples retos de esta área, permitiendo la asistencia a la integración de comunicaciones, y el control y procesamiento de la información de estos sistemas.
- Producción: con el fin de centralizar el control de la infraestructura las empresas tienen conectados a Internet robots ensambladores, sensores de temperatura, y procesos de fabricación y producción.
- Salud y medicina: el Internet de las Cosas permite funciones como la monitorización remota de pacientes o la modernización de los sistemas de notificación de emergencias. Incluso hay hospitales que están desarrollando nuevas capacidades a través de “camas inteligentes” que avisan si un paciente permanece acostado o intenta levantarse.
- Tráfico inteligente: el control inteligente del tránsito y el estacionamiento permite, entre otras funciones, un mayor control vehicular, aumentar la seguridad y la asistencia en carretera o el cobro electrónico de peajes, entre otras funciones.
- Industria: el IoT aplicado al entorno industrial se denomina Industrial Internet of Things o IIoT. Se utiliza, principalmente, para la comunicación de datos con la empresa para tomar las mejores decisiones comerciales.
- Seguridad: en materia de seguridad se ha comenzado a desarrollar el concepto de “seguridad IoT”. El crecimiento de dispositivos interconectados ha sido tan elevado que surge la necesidad de asegurar los datos y la información almacenada.
- Smart Cities: las ciudades inteligentes están conformadas por la interacción de elementos conectados a tiempo real mediante Internet, lo que ofrece, entre otras, mejoras en la sostenibilidad ambiental, el incentivo del turismo de calidad o la optimización de la movilidad.
Ventajas y beneficios del Internet de las Cosas
El Internet de las Cosas proporciona grandes oportunidades empresariales y a nivel usuario:
- Aumento de la eficiencia: los procesos de automatización, monitoreo y control remoto de las operaciones permiten un aumento de la eficiencia operativa.
- Nuevas oportunidades de negocio: la información y la recogida de datos en tiempo real crean nuevas oportunidades a los negocios tradicionales, permitiéndoles ofrecer nuevos servicios.
- Mayor productividad: con el IoT los empleados pueden aumentar su productividad, al poder mejorar el proceso que conlleva la toma de decisiones, al hacer las comunicaciones más efectivas y al automatizar las tareas.
- Mejor experiencia de cliente: el Internet de las Cosas permite ofrecer a cada cliente productos y servicios personalizados, mejorando así su experiencia.
Casos de éxito en la aplicación de tecnologías IoT
Cada vez hay más empresas que pueden considerar que su aplicación de las tecnologías es un caso de éxito:
- Securitas Direct: en Securitas Direct contamos con más de 150.00 cámaras conectadas y generamos unos 80 millones de videos al día. La tecnología Iot que hemos implantado nos permite atender rápidamente las señales de alarma y reaccionar en tan solo 30 segundos a lo mensajes de S.O.S y en 60 segundo a la intrusión de extraños en domicilios y negocios, a través de sensores perimetrales, fotodetectores y detectores de apertura. El sistema My Verisure combina la tecnología Wireless con una aplicación y un panel de control que mantienen al cliente en contacto con su casa o negocio desde cualquier lugar en el que se encuentre. En este sentido, Securitas Direct es pionero en España en proyectos innovadores en áreas como el hogar inteligente.
- Disney: en su parque de Orlando se ofrecen pulseras conectadas que permiten el pago rápido, el acceso directo a las atracciones, la recepción directa de las fotos que la familia se hace en las atracciones o la rápida localización de los niños en caso de que se hayan perdido.
- Bayer: esta compañía farmacéutica apuesta por la agricultura inteligente, ofreciendo a los productores la monitorización de los campos a través de drones inteligentes con el fin de localizar parcelas con mejores oportunidades de producción.
Sea cual sea el sector al que apliquemos las ventajas del Internet de las Cosas, el futuro de esta disciplina se muestra imparable. Las estimaciones apuntan que para 2025 habremos superado ampliamente los más de mil millones de dispositivos conectados. Este hecho beneficiará tanto a personas como a sectores empresariales.