Son dos técnicas de robo con alto riesgo que se pueden evitar con medidas de seguridad.
‘Bumping key’
Consiste en introducir una llave estándar en la cerradura a forzar, y después golpearla con un martillo o incluso un pedazo de madera.
Por el golpe recibido, los pistones de la cerradura ceden y permiten a la llave intrusa abrir la puerta .
Es una técnica silenciosa que abre las puertas en menos de diez segundos, y sin dejar rastro.
‘Impresioning’
Esta artimaña convierte cualquier llave virgen en una copia exacta de la llave de tu casa. ¿Cómo se consigue? cubriendo la llave intrusa de láminas de aluminio y haciéndola entrar en la cerradura. Los relieves de seguridad de la cerradura van modelando las láminas de aluminio hasta darle a la llave virgen, el mismo relieve que el de tu llave original.
¿El resultado? La puerta se abre sin la menor resistencia.
Estas técnicas de robo, al no dejar huella, son un quebradero de cabeza para demostrarle al seguro que la puerta estaba correctamente cerrada. Nuestro consejo de seguridad para evitar disgustos mayores, es que instales una cerradura electrónica o un escudo de seguridad en tu puerta.
Si además lo complementas con una alarma de hogar con grabación de imágenes y sonido, podrás disuadir a los ladrones de manipular tu cerrojo, a riesgo de quedar inmortalizados en una foto en manos de la policía.