Son muchas las prácticas que una organización puede llevar a cabo para mejorar el medio ambiente y aportar su granito de arena en lo que a sostenibilidad se refiere. El certificado medioambiental es una manera de acreditar que esas prácticas se llevan a cabo y son efectivas.
El certificado medioambiental como sinónimo de responsabilidad
Un certificado medioambiental es el documento mediante el cual se confirma que una determinada entidad empresarial se está esforzando por minimizar su impacto en el planeta. Es decir, ese organismo demuestra que está siendo responsable en el contexto de la sostenibilidad.
Las medidas que ponga en marcha van a depender de la actividad que desarrolle, pero en esencia todas están dirigidas a reducir la huella de carbono: uso de energías renovables, búsqueda de soluciones sustentables, reciclaje de materiales, etcétera. Después veremos algunos de los que existen.
Algunos tipos de certificado medioambiental
AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación) enumera los siguientes:
- Gestión ambiental global. Con este tipo de certificado se verifica que la empresa, a lo largo de todos los procesos de actividad, busca la excelencia en el respeto al medio ambiente. Existen dos certificados: ISO 14001 y verificación EMAS.
- Economía circular. Certifica buenas prácticas en la reutilización de materiales y residuos. Entre otros certificados encontramos el ISO 14006, certificación Residuo cero y desperdicio alimentario, UNE-EN 15343 de trazabilidad y contenido de plástico reciclado, etcétera.
- Cambio climático. Este certificado reconoce que la empresa cumple con estándares en torno a la reducción de gases de efecto invernadero. Algunos de ellos: ISO 14064, ISO 14067, Verified Carbon Standard…
- Gestión de recursos. Se acredita que la empresa gestiona la energía utilizada de forma sostenible. El certificado ISO 14046 verifica el indicador de huella hídrica y el ISO 50001, de la gestión de la eficiencia energética.
- Sector forestal. Enfocado a empresas dentro de este ámbito, certifica que estas son ambientalmente sostenibles en el uso de estos recursos. Entre ellos, la Certificación de pellets de madera para usos térmicos, la Certificación de cadena de custodia y Gestión Forestal o la de biocombustibles sólidos de uso doméstico.
- Otras industrias. Se acreditan buenas prácticas en la sostenibilidad en empresas de detergentes (marca AISE), de gestión minera sostenible (UNE 22480), de tratamiento de vehículos al final de su vida útil, etcétera.
Algunas consideraciones
- La mayoría de estos certificados son voluntarios y tienen un coste, que va a depender de la entidad a la que se recurra.
- Los otorgan entidades de certificación. Estas son independientes de la empresa a la que evalúan en cualquiera de sus formas.
- Las entidades deben estar, a su vez, acreditadas por un organismo. En el caso de España, por la Entidad Nacional de Acreditación.
- La renovación de estas certificaciones se acuerda con la entidad y, en cualquier caso, el plazo entre una evaluación y otra no debe ser superior a los 36 meses.