La igualdad de género implica que hombres y mujeres deben contar con los mismos derechos, beneficios, igualdad de oportunidades y ser tratados con el mismo respeto en todo momento. Aún así, no todo el mundo tiene claro lo que dice la ley al respecto, una normativa que cuenta con el mayor de los reconocimientos a nivel legal: es la Ley de Igualdad de Género, también referida a menudo como Ley de Igualdad entre hombres y mujeres o incluso como ley de paridad.

¿CUÁL ES LA FINALIDAD DE LA LEY DE IGUALDAD ENTRE HOMBRES Y MUJERES?

La Ley de Igualdad entre hombres y mujeres fue aprobada en el año 2007 con la finalidad de poner fin a la discriminación entre ambos géneros y conseguir una igualdad plena sin brechas, excepciones ni limitaciones. Como veremos más adelante, la Ley de Igualdad presta especial atención al ámbito de las relaciones laborales y en el acceso al empleo -donde la mujer aún sigue en una situación de desventaja-, pero no es su único ámbito de actuación, ni mucho menos.

El documento publicado en el BOE con los textos que conforman la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres es muy explícito en su objetivo desde sus primeras líneas, referida al objeto de la ley:

“Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes. Esta Ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición, en cualesquiera de los ámbitos de la vida y, singularmente, en las esferas política, civil, laboral, económica, social y cultural (…)”.

La premisa de la Ley de Igualdad queda bien clara desde el principio: todos somos iguales con independencia de nuestro género, y nadie puede por ello ser discriminado.

¿QUÉ MEDIDAS RECOGE LA LEY DE IGUALDAD DE GÉNERO?

La Ley de Igualdad entre hombres y mujeres trabaja sobre la igualdad de género en una amplia variedad de ámbitos diferentes en los que existe una urgencia clara de combatir la desigualdad aún persistente.

En primer lugar, sobre las políticas públicas que deben adoptarse para garantizar en todo momento la igualdad entre hombres y mujeres. Esto significa que la igualdad de género debe prevalecer (y estar en el centro de atención) con independencia de hablar de política económica, laboral, social, cultural o artística.

La Ley de Igualdad también dedica un apartado prioritario a establecer las correspondientes medidas de paridad de género en lo referido a los medios de comunicación públicos. ¿Por qué es tan importante reforzar la igualdad en medios como la radio o la televisión? Aparte de por lo indicado anteriormente -la igualdad debe prevalecer siempre-, por tratarse de medios con un enorme potencial de impactar en la población. Por esto, la Ley de Igualdad es tan tajante en este ámbito: 

“Los medios de comunicación social de titularidad pública velarán por la transmisión de una imagen igualitaria, plural y no estereotipada de mujeres y hombres en la sociedad, y promoverán el conocimiento y la difusión del principio de igualdad entre mujeres y hombres”.

El cuarto capítulo de la Ley de Igualdad entre hombres y mujeres se centra alrededor de la igualdad de oportunidades en el empleo, tanto a nivel público como de empresas privadas. ¿Su objetivo principal? Estimular la participación de las mujeres en el mercado de trabajo y empezar a dar pasos en firme hacia una igualdad real entre mujeres y hombres a nivel laboral.

En resumen, la Ley de Igualdad de Género recoge una enorme cantidad de medidas para asegurar su finalidad principal de garantizar una igualdad sin excepción entre hombres y mujeres. Si quieres verlas de principio a fin, puedes acceder al documento completo del BOE, o bien a este resumen publicado por Aena.

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