La eficiencia energética es un factor importante a tener en cuenta a la hora de comprar o alquilar una vivienda. De hecho, un ligero cambio en nuestro consumo energético diario tendrá un impacto económico directo en nuestra capacidad de ahorro a fin de mes. Dicho esto, ¿sabemos cómo podemos mejorar la eficiencia energética en nuestra vivienda

En primer lugar, viene bien saber exactamente cuál es el origen de nuestro consumo energético habitual. De esta forma tendremos un poco más claro hacia dónde orientar nuestros esfuerzos para mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda

En este sentido, podemos echar mano de los datos publicados por IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) para saber dónde estamos consumiendo más energía. Por ejemplo, los electrodomésticos suponen un 55% del gasto energético promedio en las viviendas. El restante 45% se reparte de forma muy equilibrada entre la cocina (9%), la iluminación de la vivienda (11%) o la calefacción (7,4%). 

Con estos datos sobre la mesa, podemos avanzar una primera recomendación para mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda: optar siempre que sea posible por electrodomésticos catalogados con la mayor eficiencia energética posible.

Pero electrodomésticos hay muchos, así que parece razonable centrarse en los que más energía consumen. ¿Qué dice IDAE en este sentido? Pues bien, según recoge su informe de consumo energético, el mayor consumo de energía lo acapara el frigorífico (con un 30% del total), seguido por la televisión y la lavadora (ambos con un 12% aproximado del consumo total). El horno, el lavavajillas o los ordenadores estarían por debajo de esas cifras de consumo energético… pero todo suma a fin de mes.

¿CÓMO PUEDES MEJORAR LA EFICIENCIA ENERGÉTICA DE TU VIVIENDA?

Conviene saber que, desde el propio IDEA, se han puesto a disposición del público una serie de cursos gratuitos a través de los que aprender a hacer un mejor uso de la energía en los distintos ámbitos donde hacemos uso de la misma: en casa, en el trabajo, en el coche, etc. 

Aparte, podemos empezar a mejorar la eficiencia energética de nuestra vivienda adoptando los siguientes cambios:

Elegir tus electrodomésticos con un alto nivel de eficiencia energética

Aunque en un principio suponga un mayor coste, a largo plazo este coste se verá compensado por la reducción en el consumo energético de tus electrodomésticos. Para que tengas clara la nueva clasificación energética que entró en vigor recientemente, aquí tienes un artículo explicativo por parte de la Organización de Consumidores (OCU).

Utilizar iluminación con luces LED

Frente a las bombillas incandescentes tradicionales, las luces LED suponen un importante ahorro en la factura eléctrica mensual. Este pequeño cambio también contribuirá a una mejor eficiencia energética en tu vivienda. 

Contar con ventanas aislantes

Las ventanas que cuentan con un doble acristalamiento ofrecen una cámara de aire que proporciona un mayor aislamiento entre el interior y el exterior de la vivienda. En este sentido, recuerda que también es importante instalar un sistema de apertura y cierre que evite las filtraciones de aire en el interior de la vivienda.

¡Atentos al televisor

Según el tipo de pantalla, la que menos energía consume es la de LED, seguida por la de LCD (cristal líquido) y en último lugar, la pantalla de plasma. Recuerda no dejar el televisor en modo de espera (standby), ya que esta costumbre supone un 10% del consumo de energía de los aparatos en el hogar.

Elegir el modo ECO al lavar la ropa

Si tu lavadora cuenta con esta opción, tendrás una buena forma de lograr una mayor eficiencia energética en tu vivienda. Si no cuenta con la opción ECO, trata de optar por programas de lavado a baja temperatura, cuyo consumo energético es menor al reducir la energía empleada en el calentamiento del agua.

LA EFICIENCIA ENERGÉTICA AL ENTRAR EN UNA NUEVA VIVIENDA

Por último, es importante recordar la importancia de comprobar el certificado de eficiencia energética en el caso de estar valorando la compra o el alquiler de una vivienda. No solo impactará en el consumo de energía, sino también en la calidad de vida ofrecida por dicha vivienda.

De esta forma, podrás valorar en qué medida la vivienda ofrece un alto nivel de eficiencia energética en función de variables como su aislamiento térmico y acústico, los tipos de ventanas y acristalamientos, las instalaciones de calefacción y agua caliente, etc.