Cada año, en febrero, se celebra el Día del Internet Seguro, una iniciativa de la red INSAFE/INHOPE. Además de las numerosas actividades que organizan instituciones como el Incibe en torno a este día, no está de más recordar algunos consejos que harán que navegar por Internet sea mucho más seguro. Con ellos vamos a reducir al máximo posibles fraudes y, sobre todo, nos servirá para concienciar a los más jóvenes del uso positivo de la red.
Utiliza una contraseña distinta para cada sitio
Sí, es un verdadero rollo recordar un montón de contraseñas distintas, pero existen soluciones. Google, por ejemplo, tiene su propio gestor de contraseñas para ahorrarte ese trabajo, aunque hay muchos más. Y es que, si tienes la misma para todos los sitios, un hacker podría acceder no solo a un sitio, sino a cualquiera, con las funestas consecuencias que eso traería.
Crea contraseñas fuertes
Nada del típico «1234» o palabras comunes (o fácilmente relacionables con tu persona). Cuanto más largas y complejas, mejor. Combinar mayúsculas y minúsculas, letras y números y añade carácteres especiales (paréntesis, barra diagonal, etcétera). Esto la hará más difícil de desencriptar.
Activa la doble autenticación
Hay numerosas aplicaciones, como la bancaria, para la que la doble autenticación es imprescindible. De hecho, actívala en todos los sitios que puedas. Consiste en, una vez introducida la contraseña, añadir un código que te envían por SMS a tu móvil. De este modo, si un cibercriminal intenta acceder a un lugar sensible, no podrá sin ese segundo paso.
Desconfía de las páginas que no lleven candado (pero ojo, que tampoco te garantiza navegar por Internet con toda la seguridad)
Una página que lleva candado indica que está utilizando el protocolo HTTPS. Dicho protocolo ofrece cifrado y autenticación del servidor, así como la seguridad de que lo que se envíe a dicha web queda protegido. Sin embargo, esto no garantiza que la web en sí misma no sea un fraude y quieran estafarte: el protocolo HTTPS se consigue pagando, luego es importante verificar por otras vías la fiabilidad del sitio en cuestión.
No olvides un buen antivirus
Desde siempre, para navegar por Internet de modo seguro un antivirus es esencial. ¿Lo ideal? Tener uno de pago, aunque uno gratuito también hace una buena labor. Es cierto que los antivirus domésticos no suelen proteger de ciberataques muy sofisticados, pero estos no suelen afectar a ordenadores personales que tenemos en casa.
Hazte con tarjetas prepago para las compras en Internet
Parece una tontería, pero contar con una tarjeta prepago a la que vayas añadiendo el dinero necesario en cada momento, es muchísimo mejor que tener tu tarjeta de crédito o débito disponible. En la modalidad prepago solo vas a tener pequeñas cantidades de dinero que impedirán que un ciberdelincuente haga un buen agujero a tu cuenta bancaria.
Las redes sociales, mejor privadas
Esto afecta principalmente a los más jóvenes, aunque es un consejo perfecto para cualquiera. Para evitar que gente nada recomendable entre en contacto con ellos, lo mejor es que mantengan su cuenta cerrada a los ojos públicos y solo interactúen con las personas a las que conocen cara a cara.
Nunca pinches en enlaces sospechosos
A menudo, por correo o por WhatsApp, hay presuntas notificaciones bancarias o de otros tipos que te dicen que hagas clic en un determinado enlace o que te piden datos personales. Nunca pinches en esos enlaces: borra el mensaje sin abrirlo y, en el caso de que sea supuestamente de tu banco, ponte en contacto con tu sucursal por teléfono o presencialmente antes de nada.